El estudio de la Escuela Londinene del Sueño quería desmostrar el impacto que tienen los hábitos de descanso actuales. En España, según el Estudio del Instituto DKV de la Vida Saludable del 2104, el 68% de las españolas duermen menos de 7 horas diarias.  ¿Y cuáles son los motivos que nos quitan el sueño? Un alto porcentaje (59,5%) coinciden en que son los nervios, el estrés y las preocupaciones las causantes de sus insomnios. Estas causas afectan sobre todo a mujeres jóvenes, mientras que las encuestadas mayores se despiertan sin motivo aparente.

Sarah Chalmers empezó a dormir 2 horas menos al día de lo que estaba acostumbrada, que oscilaban entre 7 y 8 horas. Su objetivo era comprobar los efectos física y psicológicamente y poco tiempo después lo tenía claro:  "Parezco con mucho mayor que los 46 años que tengo. Tengo ojeras marcadas y los poros tan dilatados que se pueden ver desde lejos. Para colmo, me estan saliendo un par de granos en mi barbilla. Y lo que es aún peor, he estado olvidadiza, torpe y alterada y todo porque he dormido seis horas por noche, como hacen miles de mujeres".

El sueño perdido no se recupera, se acumula, y tiene consecuencias medio y largo plazo: afecta al recuerdo, a la gestión de las emociones e incluso al sistema inmunológico. Dejando a un lado los efectos psicológicas y emocionales, algo más complicados de mostrar físicamente, antes de empezar el experimento del sueño, analizaron la piel de Sarah con un escáner facial para determinar el enrojecimiento, la textura y el tamaño de los poros. ¿Resultado? Muy buena piel para una mujer caucásica de 46  años y menos de arrugas que la media, justo al contrario que al concluir el experimento.  La dermatóloga cosmética Dr Anita Sturnham está de acuerdo: "Cuando no se duerme lo suficiente, tu cuerpo aumenta de los niveles de cortisol, que descompone el colágeno y la elastina de la piel, las fibras de proteínas que mantienen la piel suave y le dan a la piel su elasticidad" asegura.

Así que, lo que dicen las supermodelos sobre la belleza y dormir bien es cierto, aunque habría que sumarle otros trucos como una buena genética, tratamientos específicos, una dieta adecuada... Al menos lo del sueño parece la medida de belleza más democrática.

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