En el mundo de la belleza, hay varias normas que se siguen a rajatabla, como la de preparar la piel antes de maquillarse o desmaquillarse bien (bueno, esta no tanto tras una noche de fiesta) y otras que, simplemente, se saltan a la torera sin remordimiento. Y te van a sonar:

1. Lavar las brochas de maquillaje tras su uso.

2. No apretarse los granos de la cara.

Todas sabemos que hacerlo o no puede tener resultados catastróficos, pero parece que la cosa no va con nosotras… hasta que te pasa algo. Y así fue lo que sucedió con esta beauty junkie de la Red.

Katie relató su experiencia a través de las redes sociales para concienciar sobre lo importante que es cumplir estas dos reglas igual que te lavas los dientes después de comer o no te hurgas en una herida abierta.

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Tras salirle una espinilla cerca de la ceja, al lado del ojo, Katie incumplió la regla número 2 y no tardó en apretarla para intentar acabar con ella. Pero la cosa después no fue como esperaba y comenzó a sentir "como si un gigante quisiera salir por ella", seguido de mucho dolor.

Acudió a urgencias y fue allí donde recibió peores noticias: sufría un caso severo de Celulitis Infecciosa, un tipo de enfermedad producida principalmente por bacterias como los estafilococos, en este caso.

Los médicos le dijeron que si no hubiera tratado la infección a tiempo, había un alto riesgo de que se hubiera extendido al ojo, dejándola ciega, e incluso al cerebro, pudiendo llegar a matarla.

Katie recabó en lo sucedido y se dio cuenta de que nunca había pensado en desinfectar sus brochas adecuadamente tras sus usos, siendo el pincel con el que se diseñaba las cejas, probablemente, la fuente de infección que le puso contra las cuerdas.

Ve corriendo al neceser, que tienes trabajo.