"Las dietas de mis hermanas son una locura", ha contado Khloé Kardashian a través de su página web. "Tenemos unos hábitos tan diferentes que cuando buscamos un restaurante para comer juntas suelo llegar a preguntarme si de verdad somos familiares", asegura. Una por una, Khloé ha ido desvelando los regímenes alimenticios de sus hermanas y lo cierto es que tiene bastante razón: comer con ellas debe de ser un auténtico encaje de bolillos. ¿Qué es lo que escandaliza tanto a la mediana de las Kardashian sobre los gustos alimenticios de su familia?

En primer lugar, ha hablado sobre la dieta que Kim Kardashian está siguiendo para librarse de los kilos ganados durante su embarazo: "No duraría ni un solo día con la alimentación de Kim", asegura Khloé sobre la dieta Atkins que sigue su hermana. "Requiere suprimir todos los carbohidratos y azúcares pero permite tomar lácteos y carne. Yo no tomo lácteos ni carne roja, así que este régimen es imposible de seguir para mi", afirma.

Para Khloé, la hermana que peor come de todas es Kendall, toda una fanática de la comida basura: "Le encantan las hamburguesas y la pizza y se pasa el día yendo a In-N-Out (una cadena de hamburgueserías). Cuando me permito saltarme la dieta, es a Kendall a quien llamo".

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La pequeña de las Jenner, Kylie, es también asidua a las cadenas de comida rápida, aunque se modera más que su hermana mayor. "Kylie come como la típica adolescente, pero también cuida la alimentación por medio de productos orgánicos y frescos". La moderación, afirma, es la clave de la dieta de la joven.

Pero la que se lleva la palma en cuestión de alimentación extraña es, sin duda, Kourtney: "Sólo come alimentos orgánicos y se ha autoconvencido de que es alérgica a los lácteos y el gluten. Cuando viene a verme, siempre tengo la tentación de cerrar mi despensa con candado para no tener que soportar sus broncas".