Esmaltes de uñas, ¿tóxicos?

¿Sabes qué es lo que llevas en tus uñas? Descifrar los ingredientes de cualquier esmalte suele ser un trabajo de expertos. Sin embargo, las últimas informaciones han puesto a varios de sus componentes entre la espada y la pared. ¿Deberíamos preocuparnos?

El 'trío tóxico'
Hay tres ingredientes que están siendo especialmente vigilados: se conocen como el 'trío tóxico' y son los ftalatos, el tolueno y el formaldehído.

Ftalatos: son compuestos químicos a menudo empleados para añadir elasticidad a los plásticos. Su uso está muy extendido y aparecen en juguetes, detergentes, fármacos… También están presentes en muchos esmaltes de uñas y otros cosméticos.
A menudo se han relacionado con problemas de fertilidad y desarrollo en humanos, a pesar de que este hecho no ha podido ser aún comprobado al cien por cien. Para la estadounidense FDA (Food and Drug Administration) 'el efecto que los ftalatos tienen sobre la salud humana, si es que tienen alguno, no es claro'.

Tolueno: también llamado metilbenceno, se trata de un compuesto químico que, aspirado, puede provocar somnolencia, dolor de cabeza o, de forma continuada, daños en el sistema nervioso. Organismos como la Agencia Europea de Químicos (ECHA) apuestan por su limitación para evitar riesgos, especialmente cuando el tolueno se encuentra presente en el entorno laboral (como en fábricas o salones de manicura).

Formaldehído: Es el más problemático de los tres elementos y es que tanto la OMS (Organización Mundial de la Salud) como IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) consideran que existen suficientes evidencias que prueban la relación de esta sustancia con determinados tipos de cáncer.

¿Qué hacer?

Afortunadamente, cada vez son más las firmas cosméticas que apuestan por los esmaltes '3-Free', es decir, aquellos que evitan en su fórmula los 3 ingredientes polémicos. Algunas, incluso, ofrecen fórmulas '4-Free' que eliminan también la resina de formaldehído. Por último, los llamados '5-free' prescinden de todos los anteriores y además del alcanfor, una sustancia proveniente de plantas que, aspirada de forma continuada, podría provocar problemas respiratorios.