¿Es cierto que, si usas mucho un producto, tu piel puede llegar a acostumbrarse a él y será menos efectivo?
Esa afirmación es un mito. Es una cuestión que tiene más que ver con las temporadas: en invierno, la piel necesita más hidratación porque tiende a estar más seca. Pero a partir de la primavera, aparece el sol, llega el calor y la piel requiere menos hidratación. Entonces, algunas personas pueden pensar que la crema que estaban utilizando ya no les vale, pero es simplemente un cambio estacional y no un problema del producto en sí.
También existe otra variable: simplemente, el consumidor se aburre de usar siempre el mismo producto y por ello quieren cambiarlo cuanto antes.

¿Son los parabenos un ingrediente nocivo?
Nuestra marca no utiliza parabenos, por la única razón de que hoy en día pueden hacerse productos estupendos sin ellos y no son en absoluto necesarios. Aún así, creo que el problema con los parabenos se ha exagerado demasiado -algunos rumores vinculan estos ingredientes con casos de cáncer, aunque no hay estudios concluyentes-. En Estados Unidos, los parabenos están causando una gran alarma, y sin embargo la misma gente que los teme no se cuestiona por qué las manzanas que comen son tan grandes y perfectas. En realidad, los parabenos son unos grandes antioxidantes y hacen bien su trabajo, pero tienen muy mala fama.

¿Y el aceite mineral? ¿Es recomendable?
Los aceites minerales, como el petrolatum, no son afines a la piel y obstruyen los poros. No se adaptan a la estructura cutánea ni se mezclan con ella, así que la piel no sabe muy bien qué hacer con ellos. Son hidratantes, pero al no absorberse bien no son demasiado recomendables en pieles sensibles o con tendencia acneica.

¿Es necesario utilizar una crema de día y otra distinta por la noche?
Durante el día, la crema utilizada debe tener unas determinadas funciones, principalmente una buena hidratación y protección contra los radicales libres. Una crema antioxidante y que proteja contra las agresiones externas sería lo correcto. Durante la noche, normalmente estamos durmiendo, así que no estamos expuestos a las agresiones medioambientales. Por tanto, lo que necesitaría la piel serían ingredientes que contribuyeran a reparar las agresiones a las que la hemos sometido durante el día, ingredientes antiarrugas, hidratantes... No tiene sentido poner ingredientes antioxidantes o SPF en la piel durante la noche, básicamente porque no hay sol.

Product, Text, White, Font, Beauty, Lens, Material property, Circle, Silver, Cosmetics, pinterest

Por ejemplo, el nuevo tratamiento de noche Stem Complex, de Zelens, se centra en regenerar la piel mientras dormimos gracias a la acción de los péptidos y el ácido hialurónico, que reducen el estrés y la inflamación. Además, incrementa el grosor de la piel, que es una cuestión fundamental a la hora de evitar en envejecimiento prematuro.

¿A qué edad hay que empezar a utilizar una crema antiedad?
Se ha descubierto que el 80% del daño a la piel tiene lugar durante los primeros 20 años de vida, por lo que sería correcto comenzar a prevenir en torno a la veintena. Se puede evitar en gran medida en envejecimiento prematuro mediante una buena prevención. La cuestión es no abusar y empezar por productos antiedad básicos y no demasiado potentes y poco a poco ir aumentando la dosis a medida que envejecemos.
    
¿Cuáles son las claves para evitar el envejecimiento prematuro?
Me gusta decir que hay que pensar en todo: la piel es nuestro mayor órgano y reacciona tanto a lo que pasa dentro del cuerpo como a lo que pasa fuera. Así que, en primer lugar, hace falta un estilo de vida saludable, una buena dieta, ejercicio... Hay que evitar todos los factores medioambientales que pueden afectar a la piel, como fumar, la exposición solar, el estrés... Todo aquello que reduzca el estrés es bueno: por ejemplo, tener una buena vida sexual es extremadamente importante y conduce necesariamente a una buena piel. La piel es un órgano de lo más interesante, y adora los momentos felices.

¿Qué ingredientes debemos buscar en una crema para obtener mejores resultados?
No creo en un único ingrediente héroe, prefiero que varios de ellos trabajen en sinergia para tratar diferentes problemas. Eso es lo que hago en mi línea cosmética: combinar ingredientes. Como cuando limpias la casa, si lo haces tú solo tardas más, pero si te ayudan cinco personas lo haréis en menos tiempo.
Los caballos ganadores serían los antioxidantes, los péptidos, que tienen un gran poder reestructurador de la piel, y el retinol. También los alfa-hidroxiácidos (AHA's), aunque no recomiendo el ácido glicólico.

¿Por qué no le gusta el ácido glicólico?
El ácido glicólico es una molécula barata. Es eficaz, pero a cambio irrita, provoca rojeces y hace que la piel sea más sensible al sol. A veces puede ser demasiado agresivo, elimina demasiadas capas de la piel. Y para evitar en envejecimiento, hay que dejar tiempo a la piel para que se regenere. Si no dejas tiempo a que se repare por si misma, acabarás dañándola.

¿Pasa lo mismo con otros alfa-hidroxiácidos?
No, yo recomiendo el ácido láctico, el cítrico, el salicílico... que son mucho mejores. Nosotros hemos incorporado en nuestros productos el ácido lactobiónico, una molécula muy grande que ejerce una exfoliación mucho más suave al no penetrar tanto en la piel.

Usted es cirujano y tiene una firma cosmética, ¿es cierto que un buen cosmético puede sustituir en ocasiones a una operación?
Lo cierto es que, si tratas correctamente tu piel, definitivamente puedes retrasar la cirugía. Pero incluso si vas a pasar por una operación, la calidad de la piel es importante: a mejor calidad de la piel, mejores resultados, de eso no hay duda.