1. Be natural: la realidad es que en verano estamos y nos sentimos más guapas. Sale el sol, los días son más largos y nuestro estado de ánimo es otro. Los baños en el agua del mar y dejar el pelo secar al aire, entre otras cosas, hacen que estemos en contacto con la naturaleza más que de costumbre. Es por ello que un maquillaje recargado y un pelo demasiado trabajado rompen el encanto y la gracia de ese aire de naturalidad. Más que nunca 'menos es más'. Maquíllate lo justo y necesario, no necesitarás más.

2. Busca un 'plus': el sol conlleva que aumentes la protección y la hidratación en la piel. Si decides renovar cosméticos en esta época, elígelos con ingredientes hidratantes como la manteca de karité, la rosa mosqueta, el extracto de aguacate... y con algo de SPF. Pero, cuidado: no sustituyas tus tratamientos hidratantes y reparadores ni tu crema de protección solar por el factor protector de los cosméticos. 

3. Resiste al agua y al sudor: con las altas temperaturas el maquillaje suele irse a pique fácilmente. No recomendamos ir maquillada a la playa o a la piscina, pero si tienes algún evento que implique mojarse, echa mano de la cosmética waterproof o convierte tus propios cosméticos en resistentes al agua con el producto indicado para ello.

4. Polvos bronceadores, tu básico: la mejor idea para un maquillaje de verano y la más concordante con la época es enfatizar los rayos de sol en nuestra piel de manera sutil. Unos buenos polvos bronceadores aplicados con medida te aportarán ese tono dorado y bronceado tan favorecedor.

5. ¡Fuera sombra!: por comodidad y siguiendo la línea de la 'frescura veraniega', los ojos marcados con sombras oscuras o ahumados no son los que más favorecen para completar un maquillaje de verano. Es más conveniente utilizar una buena máscara que realce tus pestañas.

6. Labios de fresa: sabor de amor... Los tonos corales, fresas, fucsias resaltarán tu bronceado y el blanco de tus dientes. Si puedes elegir una textura hidratante, tipo bálsamo, mucho mejor. Vuelven a llevarse los acabados brillantes y jugosos.

7. Maquillaje ligero con SPF o BB: las texturas ligeras con protección solar como los fondos de maquillaje de corta duración, las BB creams o las CC te aportarán todo lo que necesitas para perfeccionar tu piel. No optes por las bases de larga duración, cubren demasiado y puedes caer en el efecto 'careta'. Además, nuestro rostro suele adoptar uno o varios tonos más oscuros al que solemos tener en invierno. Elige muy bien el color de cobertura, es fácil equivocarse.

8. ¡Ilumina!: si decides lucir tu piel al natural sin base, desvía la luz a las zonas que quieras destacar con un buen iluminador. Como con los polvos bronceadores: no apliques demasiado producto.

9. Uñas al agua: el azul cielo, los turquesas, el verde agua... las gamas de azul y verde son tendencia en color de uñas este verano.

10. Acabado brillante: si quieres que la laca de uñas te dure más de un asalto al agua, aplica doble capa de brillo encima del color que hayas elegido. Aguantarán el doble.