Hasta hace poco, nadie podría haber imaginado que el secreto para una piel mejor residía en el uso de la luz. Sin embargo, cada vez más, estas técnicas se imponen como una alternativa eficaz y poco invasiva.

El término LED es un acrónimo de 'Light Emitting Diode' o 'Diodo Emisor de Luz' y se trata de una tecnología desarrollada por la NASA que permite la emisión de luz de diferentes colores o longitudes de onda. Es una tecnología muy empleada como iluminación y en la fabricación de pantallas, pero además de estos tiene muchos más usos: la agencia espacial realizó una serie de experimentos en los que aplicó luz LED roja sobre un cultivo de rábanos, para descubrir que las plantas que habían sido iluminadas de esta forma contenían una cantidad de antioxidantes mayor que aquellas que se habían desarrollado bajo otro tipo de luz. A continuación, la NASA probó la efectividad del diodo para tratar los problemas de la piel derivados de los tratamientos de quimioterapia, también con resultados satisfactorios.

Pero, ¿qué hace que la luz tenga aplicaciones tan milagrosas sobre la piel? La doctora Mª José Calderón, dermatóloga y miembro de la AEDV, explica su funcionamiento: 'La terapia fotodinámica (TFD) se basa en la administración de un producto fotosensibilizante que, activado mediante una luz adecuada ( luz roja o azul, principalmente), produce una destrucción celular'. La combinación de luz y producto actúa por tanto en tejidos concretos, lo que permite tratar dolencias tan dispares como el cáncer de piel, el acné o el fotoenvejecimiento.

En el campo estético, esta técnica se convierte en un eficaz tratamiento no invasivo a la altura de otros como las infiltraciones de ácido hialurónico y botox, 'peeling' químico o 'resurfacing' con láser. Y según el color de la luz LED, tendrá unas aplicaciones u otras: 'La luz roja estimula el colágeno, la amarilla es desintoxicante y la verde sirve para tonificar las paredes de los capilares. Por otro lado, la azul es calmante, la violeta bactericida y la naranja, iluminadora', cuentan desde el centro Felicidad Carrera. Además, 'puede aplicarse la secuencia de colores más indicada para cada piel', señalan.

Los tratamientos a base de luz LED suelen necesitar alrededor de cuatro sesiones para que los resultados sean apreciables. Y lo mejor: se trata de una técnica completamente indolora y con escasos efectos secundarios: 'como mucho dolor leve, eritema o sensación de quemadura', afirma la doctora Calderón.