Como dice el nutricionista Sergio Llul, en otoño “se acortan los días y existe una fase drástica del paso del calor al frío que en pocos días se suele debilitar las defensas y hacernos enfermar”. “Nuestra dieta otoñal tiene que ser capaz de contrarrestar el desgaste físico y mental que tiene esta estación y los alimentos de temporada pueden ser nuestros mejores aliados”, apunta. “La naturaleza es sabia. En verano nos da fruta con grandes cantidades de agua que nos ayudan a hidratarnos. En otoño e invierno, nos da cítricos ricos en vitamina C y sales minerales para aumentar las defensas y reforzar el sistema inmunológico”, añade.

Puedes cargar tus defensas cada mañana comenzando el día con un zumo de naranja recién exprimido o un smoothie de frutas ricas en vitamina C: naranja, kiwi, papaya, mango, grosellas o frambuesas. Un vaso de agua tibia con medio limón exprimido en ayunas también es una gran opción.

Come calentito

“En otoño debemos aumentar el consumo de alimentos cocinados e ir reduciendo progresivamente el consumo de bebidas frías, zumos y ensaladas”, dice la nutricionista energética Silvia Riolobos. “Durante los meses fríos la energía se concentra en el interior de nuestro cuerpo, es una época de interiorización; los alimentos fríos dispersan nuestra energía hacia el exterior y enlentecen la digestión”, explica. Algo a tener en cuenta si estás probando el crudiveganismo, una dieta poco recomendable en los meses o lugares fríos.

Estos son los alimentos que la autora del blog Flexi Vegan Player te recomienda para comer y preparar tus platos otoñales:

- castañas asadas: tonifican el riñón y proporcionan energía lumbar.
- apio: nos ayuda a mantener el calor en las capas internas de nuestro organismo.
- frutos secos en pequeñas dosis: son ricos en proteínas vegetales y aceites esenciales.
- legumbres: grandes aliadas en épocas frías. Nos ayudan a tonificar el sistema nervioso. Mejor prepararlas con verduras a modo de estofado suave. Si hay problema al digerirlas, añadir unos 5 cm de alga Kombu en la cocción.
- semillas de sésamo, cáñamo, calabaza, chía: son una fuente condensada de energía, vida, vitaminas y omegas.
- verduras de la estación: calabaza, boniatos, zanahorias, apio, calabacines, chirivías, coliflor, coles. Y setas, ricas en vitaminas del grupo B, especialmente yodo.
- frutas de temporada: naranjas, mandarinas, granadas, uvas... En otoño e invierno es recomendable tomar las frutas en compota con un poquito de canela. Una de mis meriendas favoritas es mi crumble de trigo sarraceno con manzana y arándanos. La canela es una gran reguladora del azúcar en sangre y además ayuda a las personas que sienten calor en el cetro del cuerpo o parte superior y frío en pies y manos.

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Sergio Llul añade a esta lista las setas, “ricas en vitaminas del grupo B, especialmente yodo”, la caballa, “rica en omega 3 y libre de contaminantes como el mercurio (aumenta el colesterol bueno, disminuye el malo y protege las arterias y el corazón), los higos, “ricos en vitamina B, calcio y hierro”, los kiwis, “ricos en vitamina C (la fruta que más tiene), potasio, cobre y fibra” y los frutos del bosque, “ricos en antioxidantes”.

Los top eco

Si quieres añadirle un plus de nutrientes, salud y calidad a tus platos otoñales, toma nota de los 10 must de temporada de Silvia Riolobos, especialista en nutrición ortomolecular y Medicina Tradicional China:

- Azukis: esta legumbre japonesa nunca falta en mi despensa. Tonifica los riñones y la zona lumbar.
- Avena: con ella hago uno de mis desayunos favoritos, ¡el porridge! Este cereal es rico en betaglucanos, resulta muy beneficiosa para la salud cardiovascular, es rica en fibra y muy saciante.
- Champiñones Portobello: son suaves, cremosos y resultan muy diuréticos.
- Lentejas: en todas sus variedades, son una maravilla. Ricas en fibras y aminoácidos. Muy buenas para pelo, piel y uñas. Su consumo mejora la fuerza muscular y el tono vital en general.
- Calabaza: esta verdura de finales de verano y otoño es beneficiosa para la memoria y un bálsamo para el estómago que además ayuda a prevenir la amigdalitis.
- Almendras: este fruto seco es uno de mis must por su contenido en calcio y vitamina E, nunca faltan en mi mesa.
- Calabacín: esta verdura diurética ayuda a fijar el calcio en los huesos, es muy versátil y se conserva muy bien.
- Espinacas: son ricas en fibra, betacarotenos y luteína. Su poder antioxidante nos protege del daño celular.
- Canela: esta especia nunca me falta. Aporta dulzor y sin embargo ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Pimienta: resulta muy digestiva, es carminativa y actúa como expectorante.