La principal diferencia con el acné de la pubertad es que el adulto es más leve y moderado. “Suele aparecer en la zona que rodea la boca, la barbilla y el cuello. Y los granos suelen ser grandes, rojos, con supuración, de tardía curación y con tendencia a dejar cicatrices”, según el dermatólogo Miguel Sánchez Viera (www.ideidermatologia.com).

¿La causa? “Aunque la causa no es completamente conocida sabemos que existe un factor hormonal que se agrava antes de la menstruación, en los embarazos, la menopausia y cuándo existe estrés crónico”, según el dermatólogo. Lo que pasa exactamente es que aumentan la producción de hormonas masculinas –andrógenos y testosterona- y disminuye la de femeninas –estrógenos-, y esto hace que produzcamos más sebo –grasa cutánea-. Otros posibles desencadenantes serían el tabaco y la utilización de maquillajes, cremas grasas o fotoprotectores, con una proporción más elevada de aceite que de agua o con una elevada concentración de excipientes grasos -como lanolina, PEG, PPG, vaselina, aceites vegetales y minerales, y alcohol cetílico-. Esto explicaría porque, aunque el sol mejore el acné los primeros días del verano éste luego empeora. “Un 70% de pacientes con acné mejoran por la acción del sol. La luz solar natural puede ejercer una acción antiinflamatoria sobre las lesiones acnéicas, logrando disminuir la población P. acnés, el germen con más protagonismo en el desarrollo y mantenimiento de la enfermedad”, según la dermatóloga Aurora Guerra (www.auroraguerra.com). Pero, a la vuelta del verano, éste empeora con un acné de tipo inflamatorio que aparece en cara, cuello, tórax y brazos. “Pese a lo mucho que ha mejorado la cosmeticidad de los fotoprotectores, algunos todavía tienen una elevada concentración de excipientes grasos, además la piel no está preparada para largas exposiciones solares”, según la experta.

Los tratamientos más efectivos

Microdermoabrasión: Es un peeling mecánico. Exactamente, a través del barrido sobre la piel de múltiples microcristales elimina la capa más externa de la piel y con ello las células muertas, los puntos negros, las lesiones de acné y las cicatrices. Además, cierra los poros y activa la producción de colágeno y elastina, con lo que mejora el aspecto de la piel.

Sesiones: entre 4 y 8 sesiones.

Precio: desde 140 €/sesión.

¿Dónde? Miguel Sánchez Viera (Madrid, tel. 915 74 09 90). Clínica Planas (Madrid, tel. 91578 46 76. Barcelona, tel. 932 03 28 12).

Láser de colorante pulsado Vbeam: Genera impactos de luz muy intensa de color amarillo que son absorbidos de manera específica por la hemoglobina, que la transforma en calor para dañar los vasos sanguíneos de la dermis, así consigue un efecto antiinflamatorio –destruye la bacteria inflamatoria del acné-, disminuye la actividad de las glándulas sebáceas y el enrojecimiento persistente –acné rosácea-, y previene la formación de cicatrices. Tiene unos niveles de éxito de más del 80%.

Sesiones: de 2 a 4, a razón de una al mes.

Precio: desde 180 €.

¿Dónde? Grupo Dermatológico Pedro Jaén (Madrid, tel. 9143178 61). Policlínica Guipúzcoa (San Sebastián, tel. 943 30 81 92).

Terapia Fotodinámica: Combina la aplicación sobre la epidermis de un fármaco fotosensible –ácido d-aminolevulínico ALA-, que debe actuar sobre la piel de 3 a 5 horas, con el barrido de una luz atérmica de baja potencia LED’S –Diodos Emisores de Luz-, para destruir la bacteria responsable de la inflamación asociada al acné –Propionibacterium acnes- y produce una bioestimulación, que hace que se genere colágeno y elastina nuevos y se incrementen los mecanismos naturales de reparación de la piel. Tiene unos niveles de éxito de entre el 70 y el 80%.

Sesiones: entre 2 y 4, a razón de una al mes.

Precio: entre 200 y 605 €.

¿Dónde? Miguel Sánchez Viera (Madrid, tel. 915 74 09 90). IML (Madrid, tel. 917 02 46 27). Dr. Alejandro Camps (Centro Médico Teknon, Barcelona, tel. 932 90 64 18).

Láser fraccional de CO2 o Erbio: Son láseres ablativos –tipo Active FX o Fraxel- que emiten micro-columnas de calor que penetran hasta la dermis profunda y realizan un calentamiento y una abrasión superficial del tejido –resurfacing-. Eliminan las irregularidades, marcas y cicatrices del acné, y activan a los fibroblastos para que produzcan nuevo colágeno y elastina renovadores. La piel queda enrojecida, inflamada y se descama durante días –entre 3 y 10 días, según la potencia del láser-, por lo que tienes que estar un tiempo fuera de circulación. Las secuelas del acné mejoran hasta un 80%.

Sesiones: de 1 a 2, a razón de una cada seis meses.

Precio: entre 600 y 1.600 €.

¿Dónde? Miguel Sánchez Viera (Madrid, tel. 915 74 09 90). IML (Madrid, tel. 917 02 46 27). Dr. Jesús del Pozo (A Coruña, tel. 981 15 13 11).