1. Suplementos
¿Tienes dificultades para dormir bien a diario? Un desequilibrio de nutrientes podría ser la raíz del problema. Por ejemplo, el estrés puede causar una deficiencia de vitamina B, que es necesaria para facilitar la producción de serotonina y conseguir un sueño reparador. "Los niveles bajos de vitamina B6 ayudan a compensar los desequilibrios relacionados con el síndrome premenstrual, lo que también contribuye a mantenerte despierta", explica la experta Susan Curtis. Su mejor consejo: "Las vitaminas del tipo B son una ‘familia’ que funcionan mejor juntas, por lo que es mejor tomarlas en forma de complejo vitamínico". Otros suplementos que vale la pena tener en cuenta son la vitamina C y algunos minerales esenciales como el magnesio. Éstos desempeñan un papel fundamental a la hora de elevar los niveles de energía y está acreditado que tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso.

2. Hierbas
Las hierbas se han utilizado durante siglos para tratar el insomnio, sobre todo en las infusiones. La manzanilla y la lavanda son dos de las mejores ayudas para dormir. Ambas se pueden conseguir en forma de infusión o de aceite y tradicionalmente se han usado para aliviar la tensión, el estrés y la ansiedad. Otras hierbas calmantes que se deben conocer son la pasiflora, la tila y la skullcap, una planta perteneciente a la familia de la menta.

3. Aceites esenciales
"Tienen un poderoso efecto en nuestra mente y en nuestras emociones y se pueden utilizar de muchas maneras", explica Curtis. Prueba a añadir unas gotas en tu almohada o utilízalos en un difusor. A la hora de elegir el aceite adecuado, hay muchas opciones. Para el insomnio relacionado con el estrés o la ansiedad, Curtis recomienda la lavanda. El neroli también es un sedante eficaz y anti-depresivo, mientras que las propiedades edificantes de la bergamota la hacen especialmente útil para aliviar la tensión.

4. Dieta
Si habitualmente te sientes bien despierta y llena de energía justo antes de acostarte, valdría la pena replantearte tus hábitos alimenticios. "Elimina el chocolate, los estimulantes, el tabaco y el alcohol de tus hábitos, ya que 'reactivan' el cuerpo y perturban el sueño", aconseja Curtis. En su lugar, trata de comer alimentos ricos en vitamina B y magnesio, como cereales de grano entero, frutas y verduras, legumbres, frutos secos y semillas. También es importante beber mucha agua y controlar lo que se cena. "Evita las comidas abundantes por la noche, ya que la digestión se puede hacer pesada y, así, afectar el sueño. Si no tienes más remedio que cenar tarde, mejor que sea una cena ligera" añade Susan.

5. Estilo de vida
¿Sueles leer los mensajes de correo electrónico o echar un vistazo a Facebook en la cama? Intenta dejar este hábito, ya que la exposición a la luz azul emitida por nuestros teléfonos puede interferir en el sueño. Los ejercicios de respiración o la meditación pueden ser mucho más beneficiosos si a ellos añadimos el ejercicio físico durante el día. "Busca tiempo para hacer ejercicio o caminar por el parque 20 minutos al día", dice Curtis, y luego relájate con un baño caliente por la noche. Añádele sales de mar o sales de Epsom para crear el ambiente ideal antes de irte a dormir.

Vía: Cosmopolitan South Africa

Vía: Cosmopolitan ZA