Eso de "las embarazadas tienen un brillo especial en la piel", es cierto. Son los 9 meses en los que la piel se ve más tersa, estirada y brillante. Nueve meses de lifting. Sin embargo, tras el parto todo cambia. El brillo se transforma en ojeras y cambias ese efecto 'lifting' por la felicidad de ser madre.

Recuperar el peso que tenías antes del embarazo, aunque a veces es más difícil que otras y cada persona es un mundo, se puede conseguir a base de ejercicio, dieta y esfuerzo pero, ¿qué pasa con la piel?

Imagina una goma de pelo que tras miles de vueltas a lo largo de su vida alrededor de tu coleta, se ha dado de sí. Y recuerda su estado natural: nunca vuelve a su tamaño original. Pues ahora, utiliza este símil para entender lo que le pasa a la piel, especialmente la de la zona de la tripa, tras dar a luz.

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Después de 9 meses estirada, al volver a su forma natural, la textura se resiente y, aunque el cuerpo tiene memoria y vuelve a su ser, la tersura no se recupera tan fácilmente. Una de las tasas a pagar en el camino de la maternidad.

Buena cuenta de esto ha dado la youtuber Brie Bella, que tras tener a su hija Birdie, no tiene miedo de mostrar su cuerpo post-parto en su cuenta de Instagram, contra viento y marea.

Aún así, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarle a recuperar la elasticidad. Realizar suaves exfoliaciones para que la piel admita mejor el tratamiento o elegir cremas que ayuden a recuperar la firmeza con ingredientes nutritivos como los aceites vegetales. ¿Los mejores? El aceite de argán, de jojoba, de almendras, de rosa mosquete, karate…

Además, puedes elegir cremas reafirmantes con ingredientes clave que ayuden a la piel a mantener el agua en la células y en la reestructuración, como el colágeno, la centella asiática o la elastina.