Por qué no funciona tu entrenamiento
Si vas al gimnasio o haces ejercicio pero no consigues los resultados que quieres, antes de tirar la toalla, lee este artículo. El problema puede estar en algo tan simple como no haber definido tus objetivos, no estar cuidando tu dieta o no estar pasándotelo bien cuando haces deporte. Te ayudamos a descubrir por qué tu entrenamiento no funciona.
¿Tienes un plan?
¿Vas a gimnasio cuando te viene bien, cuando te apetece o cuando sientes remordimientos? Entonces no le eches la culpa al ejercicio, tú eres la única responsable de no conseguir tus objetivos. Lo ideal es planificar tu entrenamiento: desde las etapas de inicio hasta la meta final. Pero tranquila, no tienes que hacerlo tú sino ponerte en manos expertas. Lo ideal es contar con un entrenador personal que te ayude a definir tus objetivos y una estrategia para conseguirlos. Algo que pueden hacer por ti en Rebody, un centro de entrenamiento personal y coaching donde te citarás con tu personal trainer para entrenar de forma privada. Psst. En cualquier club deportivo puedes contratar un entrenador personal o pedir el asesoramiento de sus técnicos para orientarte en tu entrenamiento.
Tu forma física
No es lo mismo ponerse a hacer ejercicio después de 10 años de sedentarismo que tener un buen estado de forma física. El tipo de ejercicio, frecuencia e intensidad tendrán que ser totalmente diferentes para no agotarte o aburrirte, para evitar lesiones y trabajar con la intensidad que tú necesites. Por eso es tan importantes que en tu club puedan valorar tu estado de forma física y salud y te indiquen el mejor ejercicio para ti. Aunque esto también te lo dirá tu sentido común: si hace mucho tiempo que no te pones unas zapatillas, será mejor que empieces a caminar antes de correr; con una clase de pilates antes que una de spinning; comenzando con sesiones suaves de 30 minutos en lugar de querer recuperar en un solo día el tiempo perdido. Si tu estado de forma física es bueno, no te acomodes al ejercicio que no te cuesta, tu cuerpo necesita estímulos y retos para progresar, por ejemplo, alternando diferentes rutinas de ejercicio, deportes o programas de fitness.
Qué quieres conseguir
Perder peso, endurecer tu cuerpo, mejorar tu forma física general, cuidar tu salud, combatir el estrés, aumentar tu autoestima, conseguir un cuerpo de escándalo… Antes de ponerte a hacer ejercicio párate a pensar qué quieres conseguir para elegir la actividad en función de tus objetivos. Una vez más, lo ideal es ponerte en manos de un profesional que pueda asesorarte. Si ni siquiera tienes claro si apuntarte a un gimnasio o a clases de tenis, vuelve a pensar en tus objetivos y tus gustos. ¿Buscas perder peso y mejorar tu forma física? Un gimnasio puede ser el sitio ideal. ¿Necesitas acabar con el estrés y sentirte mejor contigo misma? Tal vez la respuesta esté en un centro de yoga. ¿Quieres socializar, conocer gente y desconectar? Una actividad al aire libre como el pádel puede ser perfecta.
¿Comes bien?
No sólo es que no consigas adelgazar, si no estás comiendo de forma adecuada para tu entrenamiento puede que estés muy cansada, que no logres rendir lo suficiente, que te sientas falta de energía, que te lesiones y, sobre todo, que no consigas tus objetivos sean cuales sean. Si no tienes mucha idea sobre nutrición, te recomendamos visitar a un nutricionista o leer el libro “Mujer en forma, el reto”, de Domingo Sánchez, donde hay un apartado muy completo dedicado a la alimentación. NO. Premiarte con tus caprichos preferidos después de hacer deporte no es una buena idea. Hacer ejercicio te aumentará el hambre, así que intenta comer lo más sano posible. Por mucho que entrenes, si no controlas las grasas saturadas, los azúcares y los alimentos refinados, te costará mucho adelgazar.
¿Te esfuerzas?
Para ponerse en forma no hace falta sufrir, pero tampoco puedes acomodarte en una rutina de ejercicio. Si entras en una clase de fitness y ni te despeinas ni sudas un poquito, es que no te has esforzado mucho. Si siempre haces exactamente lo mismo, será difícil que tu cuerpo mejore. También es importante que sepas hacer de forma correcta los ejercicios, por lo que al principio puede resultarte muy útil trabajar con un entrenador personal. ¿La regla de oro? Varía tu entrenamiento todo lo que puedas, tanto en intensidad como en tiempo y tipos de ejercicios y actividades. Camina, corre, nada, monta en bici, haz spinning, utiliza las máquinas de musculación, haz yoga… y verás los resultados en tu cuerpo.
Ten alternativas
¿Cuándo te vas de vacaciones, de viaje o no tienes tiempo de ir al gimnasio dejas de hacer ejercicio? Grave error, como cualquier buen hábito, éste debe ser una constante para que sea efectivo. En cualquier lugar puedes caminar o correr si te llevas unas zapatillas. Visitar una nueva ciudad en bici te permitirá hacer ejercicio de forma placentera. Tener una esterilla de yoga te ayudará a mantenerte flexible y a controlar el estrés en casa o en un hotel. Aprender una rutina de ejercicios de tonificación te permitirá entrenar en cualquier parque. Tener una máquina elíptica en casa puede ser la alternativa cuando no tengas tiempo de ir al gimnasio o no te apetezca. Coger el transporte público en lugar de ir al coche puede compensar una racha sin hacer ejercicio.
¿Te diviertes?
Si no es así, difícilmente podrás conseguir tus objetivos y ser constante con el ejercicio. La regla de entrenamiento más importante es encontrar una actividad física que te guste y te haga disfrutar, que no suponga un esfuerzo sino que te apetezca. Si consigues que tu rato de entrenamiento sea “tu momento”, lo habrás logrado. No dudes en probar diferentes clases e incluso clubes deportivos, centros de yoga o de baile hasta que encuentres un lugar donde te sientas como en casa, un profesor con el que empatices y una actividad que te haga divertirte y sentirte bien, que te proporcione una buena dosis de endorfinas. Otra alternativa puede ser hacer ejercicio con tus amigas, tu pareja o tus hijos.
¿Tu entrenamiento es completo?
¿Haces ejerció aeróbico, de tonificación o ambos? La respuesta correcta es la última. Tu entrenamiento sólo será completo si haces trabajar de forma equilibrada a tu corazón y a tus músculos. Y no sólo para mejorar tu forma física y tu salud. Si quieres perder peso debes entrenar tus músculos, ya que así aumentará tu consumo energético y evitarás el efecto rebote de las dietas. Añadir estiramientos, ejercicios de corrección postural y cuerpo-mente convertirá tu rutina de ejercicio en un diez. ¿Lo mejor? Existen muchos programas de fitness que Zumba, el Cross trainning, el Body Attack , el Body Combat o el Power yoga que combinan ejercicio aeróbico y de tonificación en una sola sesión.
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