Llega la época de los resfriados, las gripes, la piel apagada y sin la luz del verano. Pero puedes contrarrestar todos estos efectos con una dieta rica en vitaminas basada en los alimentos típicos de la estación. La Naturaleza es sabia, si le haces caso para preparar tus menús y añades algún complemento nutricional, estarás más guapa y energética que nunca.
Cambio de gustos
Si en verano te apetecían alimentos frescos y ligeros, en otoño en invierno el cuerpo te pide comidas que te calienten, que te relajen y te aporten energía. Los platos de cuchara se convierten en la estrella de tus menús, pero las frutas y verduras de temporada tienen que ser las otras “artistas invitadas”. Por otra parte, te apetecerá comer más que en verano, así que tienes que ser lista y tomar platos energéticos pero saludables, como las legumbres o los cereales integrales. ¿El primer paso? Una visita al mercado, donde encontrarás los productos frescos de la estación. ¿Una ayuda? Un complemento nutricional para reforzar tus defensas, como Defense+ o Royal Jelly, de Psaging.
Vitamina C
Cuando llega el frío tu cuerpo empieza a tener ganas de cítricos, ricos en vitamina C y antioxidantes, que no sólo te aportan energía y fortalecen tu organismo contra los catarros, sino que te ayudan a asimilar mejor el hierro, fundamental para sentirte fuerte. La mejor idea es empezar el día con un zumo natural de naranja o un “elixir de juventud” a base de agua tibia, una cucharadita de aceite de oliva virgen extra y el zumo de medio limón. Entre horas y de postre, que no falten las mandarinas.
Setas, uvas, frutas silvestres y frutos secos
Son alimentos típicos del otoño, que puedes encontrar fácilmente en el mercado frescos y de gran calidad. Aunque también puedes salir a buscarlos tú misma al bosque, sobre todo las moras y frutos rojos. Con las setas no te animamos a no ser que vayas con alguien experto. Todos estos alimentos protegen el sistema respiratorio e inmune y son bajísimos en calorías, sobre todo los hongos, que además contienen proteínas. La seta shitake es especialmente beneficiosa para tu sistema inmune. Con pasta, con arroz, salteadas, en sopa, en tortilla, como acompañamiento… puedes prepararlas de mil maneras.
El mejor tentempié
Sin, sin duda, los frutos secos, sobre todo ahora que tu cuerpo necesitará un extra de energía para afrontar el frío y la escasez de luz. No sólo te aportan calorías de calidad y grasas beneficiosas como el omega-3, sino que te engordarán mucho menos que cualquier bollo o bolsa de patatas fritas. Las castañas y piñones, típicos de la estación, tienen menos calorías que otros frutos secos. La clave está en tomarlos sin tostar, para que no lleven aceites añadidos. Si puedes, compra las nueces con cáscara y ábrelas en el momento de consumirlas para que sus grasas no se alteren con la luz. Las frutas secas, como los higos, ciruelas y orejones, también son un tentempié delicioso, sano y energético en esta época. Una merienda perfecta puede ser un yogur desnatado con un puñadito de frutas y frutos secos. Si vas a ir al gym y no has comido bien, serán tu mejor fuente de energía rápida.
Todo al rojo
Las uvas son una de las frutas estrella de la estación, no sólo para tu salud sino para tu piel, ya que contienen sustancias altamente antioxidantes, como las antocianinas, flavonoides y taninos. Son perfectas paras tomar entre horas, sobre todo a media mañana, en tu muesli, en zumo o incluso en tartas caseras. El grupo de las frutas del bosque (grosellas, arándanos, moras, endrinas y frambuesas) contienen fibra, vitaminas, minerales, oligoelementos y fitoquímicos. Son verdaderas cápsulas antioxidantes, compuestos que ayudan al organismo a hacer frente a catarros y resfriados, y que previenen el envejecimiento. Deliciosas para picar entre horas, como ‘topit’ para yogures y cereales, y para hacer batidos.
Las verduras
En tu despensa del otoño no pueden faltar la cebolla, el puerro y la calabaza, perfectos para hacer purés. Tampoco la berenjena, la alcachofa y todas las variedades de coles: coliflor, berza, de Bruselas y brócoli. Todas son ricas en vitamina C y ácido cítrico, potenciador de esta vitamina. Tomarlas durante los meses de frío reforzará tu sistema inmune y protegerá tu piel de las nuevas condiciones atmosféricas. Como primer plato o acompañamiento, que no falten en tu mesa y, si es posible, compradas en el mercado o de origen biológico, mucho más ricas en nutrientes.
Las cinco comidas
Con tantas horas de sol, seguro que en verano te resultaba más fácil hacer las cinco comidas recomendadas. Intenta seguir con tus buenos propósitos en invierno, sobre todo porque el frío te pedirá comer más y más calórico, así que hacer varias ingestas te ayudará a controlar mejor el hambre. Empieza con un buen desayuno que contenga hidratos y proteínas de calidad, por ejemplo, una tostada de pan integral con jamón, huevos revueltos o salmón. La clave para mantener el peso a raya será hacer tentempiés sanos y cenar ligero y calentito para calmar el cuerpo y favorecer el descanso.
Delicatessen de otoño
Es la época de las cafés y los chocolates calentitos, las tostadas con mermelada, las meriendas y platos contundentes. No tienes por qué privarte de todas estas delicias si las cambias por su versiones light (sobre todo la mermelada y la mantequilla) o más sanas, como el chocolate de algarroba, también soluble y que puedes encontrar en tiendas de alimentación natural. Si te apetece algo dulce entre horas, ten a mano tortitas de arroz con chocolate, galletas de dieta o frutas desecadas. En casa, cuando tengas tiempo, pela y tómate grano a grano la fruta más antioxidante del otoño: la granada. Si no tienes paciencia para desgranarla, puedes encontrarla en forma de jugo en tiendas ecológicas, un auténtico elixir antioxidante.
Más energía
Para mantener la temperatura corporal, tu cuerpo necesita consumir alimentos más calóricos, como guisos, tubérculos y carne. Dos veces a la semana como mínimo toma legumbres preparadas de forma sana, como lentejas con verduras o quinoa. En cuanto a la carne, procura que sea lo más magra posible y, si es posible, de origen ecológico. Las patatas serán otro de tus grandes aliados en esta estación, perfectas para preparar guisos con pollo, carne o pescado, o en forma de puré para acompañamientos. Entre las frutas, la chirimoya te proporcionará energía por la mañana o entre horas. Si quieres recuperar las buenas costumbres culinarias y aprender recetas tradicionales, te recomendamos “Comer como antes, la mejor dieta”, del doctor Laurent Chevalier, que además te propone una dieta de adelgazamiento saludable totalmente opuesta a la famosa Dukan.
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