¿Quieres hacerte vegetariana?
Por moda, por estética, capricho o verdadera convicción, hay mucha gente que decide hacerse vegetariana. Pero ésta no es una decisión que deberías tomar a la ligera, ya que tu salud puede resentirse mucho si no comes adecuadamente. Aquí tienes información que te resultará muy útil si estás pensando pasarte al verde: qué debes saber, qué riesgo de carencias tienes y qué tipos de dietas vegetarianas existen.
Sé responsable
Sí, Gwyneth Paltrow, Demi Moore, Natalie Portman, Elle Mac Pherson o Alicia Silverston son vegetarianas, pero sus estupendas figuras no se deben sólo a eso. Para hacerte vegetariana necesitas dos cosas: una buena razón (querer mejorar tu salud, respetar a los animales, seguir un estilo de vida más natural…) y mucha información nutricional. El error. Querer hacerte vegetariana para adelgazar; se puede ser vegetariana y tener sobrepeso, por ejemplo, si te alimentas de pasta. La mejor idea. Si has decidido hacerte vegetariana, nuestra recomendación es que visites a un nutricionista o un experto en alimentación vegetariana para aprender cómo debes comer para no sufrir carencias, como la doctora Virginia Ruipérez, de Shantivir, experta en nutrición y medicina naturista.
Evitar carencias
Como te decíamos antes, no se es vegetariano simplemente dejando de comer carne. Debe tratarse de una decisión consciente y responsable respaldada por un buen asesoramiento nutricional para no acarrearse problemas de salud. Para ser vegetariano hay que saber qué alimentos hay que introducir diariamente en la dieta para sustituir adecuadamente la cantidad diaria de proteínas, calcio o hierro que antes ingerías a través de alimentos de origen animal. En algunos casos y según el tipo de dieta vegetariana puede ser necesario incluso tomar suplementos nutricionales para evitar carencias. También es necesario que te hagas un buen chequeo médico previo para descartar problemas de salud incompatibles con este tipo de alimentación. ¿Quieres saber qué tipos de dietas vegetarianas hay?
Posibles problemas
Si decides hacerte vegetariana pero no comes de forma adecuada puedes tener problemas inmediatos de salud que van desde el cansancio y la falta de energía, a la caída del cabello o una anemia ferropénica. A medio plazo podrías sufrir una pérdida de masa muscular y problemas cutáneos. A largo plazo, problemas de osteoporosis. Todo ello debido a la falta de nutrientes indispensables como el hierro, el zinc, el calcio o la vitamina B12. Estas carencias pueden evitarse tomando suplementos nutricionales bajo prescripción médica pero, sobre todo, alimentándote de forma responsable como vegetariana.
Vegetariana clásica
También conocida como ovolácteovegetariana, esta dieta es la más equilibrada y fácil de seguir. Además de ingerir productos de origen vegetal -frutas, hortalizas, verduras, cereales-, también puedes consumir huevos, lácteos y miel. Si comes de forma variada y alimentos de todos estos grupos a diario y semanalmente, no tiene por qué ser necesaria la suplementación a no ser que tengas algún problema de salud que impida la absorción de nutrientes (como colon irritable o gastritis) o te lo recomiende tu médico. Esta dieta puede mejorar los problemas cardiovasculares, como el colesterol, y tu salud en general, pero debe ser una opción personal, un médico nunca te animará a hacerte vegetariano.
Vegana
Es la dieta vegetariana más restrictiva de todas, ya que los veganos no consumen ningún alimento de origen animal, ni huevos, ni lácteos ni miel. Se trata de una dieta vegetariana estricta en la que se deben suplir ciertos nutrientes esenciales (vitamina D, B12, calcio, zinc y aminoácidos) con baños de sol, una gran variedad de alimentos repartida en varias comidas diarias, alimentos suplementados (leche vegetal enriquecida con calcio, muesli con vitamina B12…) y la toma de vitaminas y otros complementos si fuera necesario. No te recomendamos hacerte vegana como primera opción vegetariana, ya que además de resultarte demasiado duro, si no tienes los suficientes conocimientos nutricionales podrías tener un serio problema de salud.
Lacto u ovo
Entre las dos anteriores tienes una opción intermedia en la que puedes escoger entre consumir lácteos (lacteovegetariana) o huevos (ovovegetariana). En la primera incluirías leche, yogures y queso, y en la segunda huevos, pero no lácteos. La dieta lacteovegetariana está especialmente extendida en la India y suele seguirse por motivos religiosos. Ambas dietas te permiten contar con una fuente animal de vitamina B12, cuya carencia puede ser causa de anemias peligrosas. En ambos tipos de dietas también puede ser necesario el uso de complementos vitamínicos.
Crudívora
Esta dieta se basa en la ingesta de alimentos no cocinados ni procesados industrialmente para evitar la destrucción de muchos nutrientes. Una dieta a la que se han aficionado famosos como Demi Moore, Madonna y otras celebrities de Hollywood. Aunque esto es cierto, según los expertos cocinar los alimentos mejora su digestibilidad y destruye algunos antinutrientes, por lo que si tu estómago es delicado no debes planteártela como única opción. Lo ideal para conseguir una alimentación sana es alternar alimentos crudos y cocinados. Esta dieta está totalmente desaconsejada en niños y ancianos. Pero si quieres saber en qué consiste este tipo de cocina puedes probarla en Madrid en el restaurante Crucina (Divino Pastor, 30. Madrid).
Semivegetariana
Conocida también como “flexivegetariana”, esta dieta te permite la ingesta ocasional de carnes blancas y pescado además de frutas, hortalizas, cereales, semillas huevos, leche, miel… Se priorizan los alimentos de origen vegetal pero sin renunciar totalmente a la ingesta de carne (aunque se evita la roja). Esta dieta puede ser recomendable por motivos de salud o si quieres ser más respetuosa con el medioambiente, ya que la producción de carne de vacuno es altamente contaminante. Si se sigue adecuadamente, esta dieta puede ser apta y saludable para todo el mundo y es la más parecida a la dieta mediterránea.
Frugívora
Es una variante extrema de la dieta vegetariana en la que sólo se consumen frutas, igual que mamíferos como monos o chimpancés. Pero para un humano esta dieta es altamente peligrosa aún completándola con suplementación. No es recomendable ni durante unos días para perder algo de peso rápidamente; mucho menos como forma de alimentación habitual. Así que olvídate de la dieta de la piña, la alcachofa o la manzana.
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