Si trabajas tanto que no tienes tiempo de ir al gym, necesitas contrarrestar todas esas horas de sedentarismo. Aquí tienes las claves para moverte en la ‘ofi’, quemar calorías, combatir las malas posturas y mantenerte en forma.
Nos movemos menos
La gran paradoja de la vida actual es que, con cuerpos diseñados para movernos, el trabajo nos obliga a una situación de sedentarismo que nos hace consumir muchas menos calorías de las que deberíamos. Por eso es tan importante que cada día luches contra esta realidad desde tu propia oficina, sobre todo si no tienes tiempo para ir al gym. ¿Tu primer 'must'? No pasar más de dos horas sentada. Levantarte para ir al baño, para buscar agua o consultar algo con un compañero… aprovecha cualquier motivo para levantarte de la silla. Activarás la circulación, te despejarás y consumirás energía.
Estírate
Sentada frente al ordenador, lo normal es que tu cuerpo se encoja, se agarrote y adopte malas posturas. Estirar los músculos y mantenerte erguida es fundamental para mantener tu cuerpo joven y flexible, evitar sobrecargas musculares y dolores de espalda y cuello. Stretching ‘kit kat’. Cada vez que te sientas rígida, para cinco minutos para estirarte. Ayudándote con una mano, lleva el cuello de forma suave hacia los lados, abajo (con ambas manos) y atrás. Haz círculos con los hombros alante y atrás. Entrelaza las manos y estira los brazos hacia arriba manteniendo los hombros abajo; luego por detrás de la espalda abriendo el pecho. Agárrate a la silla y gira a un lado y al otro el tronco manteniendo los pies apoyados en el suelo. Agarra la silla con las manos entre las piernas, redondea la espalda y tira suavemente para estirarla. Psst. Comenzar y terminar tu jornada laboral con estos estiramientos te ayudará a activarte a primera hora de la mañana y a relajarte por la tarde.
Tripa OK
Si pasas muchas horas sentada seguramente acabes relajando tu postura: espalda arqueada, hombros y cabeza hacia delante y tripa fuera. Esto hará que pierdas el tono abdominal y tu vientre se distienda y vaya hacia fuera. La solución. Necesitas reeducar tu abdomen y mantenerlo siempre activo. La primera medida es mantener la espalda erguida, el pecho arriba y el ombligo hacia dentro. Cuando te acuerdes, activa tus abdominales metiendo la tripa hacia dentro, mantén unos segundos y relaja. Siempre hacia dentro. Cuando tosas, cuando estornudes, cuando te rías o bayas al baño, mete la tripa en lugar de empujarla hacia fuera (si te ocurre esto, ya tienes la explicación de tu falta de tono abdominal). El método estrella. Se llama gimnasia hipopresiva, entrena tanto la musculatura abdominal como la pélvica y puedes practicarla en el trabajo después de aprender con un experto, como los del C.D. Metropolitano de Madrid.
Mueve tus piernas
Celulitis, mala circulación, falta de tono, grasa acumulada… ¿tus piernas tienen todos estos problemas? Necesitas moverlas, si es posible, en tu propio puesto de trabajo. Si tienes despacho propio o tu mesa la oculta, puedes utilizar una pedalina, una mini bici estática para los pies. ¡También te hará quemar calorías! Otra opción para trabajar tus piernas es cumplir la norma de levantarte cada dos horas, utilizar las escaleras en lugar del ascensor y ofrecerte a hacer cualquier recado que implique moverte.
Músculos en forma
Tonificar tus músculos es fundamental para mantenerlos firmes. Y unos músculos tonificados mantendrán tu cuerpo joven y fuerte. Con unas pesitas pequeñas, que puedes guardar en un cajón, puedes mantenerlos en forma. Sácalas cuando tengas un momento y nadie te vea, y entrena tus hombros con elevaciones frontales y laterales; tus tríceps estirando los brazos al techo y flexionando hacia la nuca; los bíceps con los brazos al frente y flexionando hacia el hombros; y las piernas haciendo sentadillas con las pesitas… Idea estrella. Contrata un entrenador personal, como los de Homewellness, para que te enseñe qué ejercicios puedes hacer en el trabajo con pesas o gomas elásticas, mucho más discretas.
Quema más calorías
El otro gran problema que supone tener un trabajo sedentario es la ganancia lenta pero progresiva de peso si no se combate con actividad física y una alimentación saludable. Cada día deberías moverte un mínimo de 20 minutos, pero puedes sumar mucho más tiempo de movimiento cada día si utilizas el transporte público o una bici en lugar del coche, si das un paseo después de comer, si aprovechas el medio día para caminar, patinar o ir al gym. El fin de semana. Que sea lo más deportivo posible para contrarrestar los cinco días de sedentarismo. Apúntate a clases de pádel o danza, ve a nadar, sal al campo con tus hijos o practica el “walking shopping”, es decir, ir de compras andando.
Yoga en la oficina
¿Tenéis espacio para colocar unas cuantas esterillas de yoga? Entonces puedes organizarte con tus compañeros de trabajo para contratar un profesor que vaya a daros una clase, por ejemplo al medio día. Siendo varios os saldrá muy bien de precio y no perderéis tiempo en desplazamientos. Dos clases a la semana serán perfectas para mantener vuestro cuerpo en forma y calmar vuestra mente, mejorando vuestra concentración en el trabajo y combatiendo el estrés. Power, Vinyasa o Hatha Yoga, los estilos impartidos por Amalia Panea (606110024), también experta en Gimnasia Hipopresiva, son perfectos para cuidar vuestro cuerpo y vuestra mente en el trabajo.
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