Cuerpo 10 sobre patines
En parques, paseos marítimos o las calles de tu ciudad. Al aire libre, sola o en compañía, por tu cuenta o en clases. Divertido, desestresante y súper efectivo para moldear tus piernas y tu trasero y quemar calorías. Patinar se está convirtiendo en el running sobre ruedas. Aquí está todo lo que tienes que saber para practicar este deporte.
De moda
“Patinar vuelve a estar de moda y no se trata de algo local; según las estadísticas y observando el movimiento en otros países, se está convirtiendo en una moda mundial”. Esto es lo que nos cuenta Rodrigo Esponda, coordinador general de la escuela de patinaje Impulso Urbano. “La libertad que aporta esta actividad es algo muy demandado hoy en día y una de las razones de su éxito. Aún no mueve a tanta gente como el running -¡de moda desde los primeros Juegos Olímpicos¡-, un deporte que puede hacer cualquiera. Patinar implica un proceso de aprendizaje, esfuerzo, perseverancia y dedicación para llegar moverte con soltura y libertad”, dice Rodrigo.
Por qué apuntarse a un club
Como explica Rodrigo, en un club de patinaje, como Impulso Urbano, vamos a encontrar muchas actividades relacionadas con el patinaje. “Primero y más importante la clase semanal en un grupo reducido del nivel correspondiente al del alumno”, dice. “Además, tenemos un entrenamiento semanal abierto para todo el club los viernes que es un reforzamiento de la clase y una oportunidad para compartir con los demás compañeros y aprender de ellos”, cuenta. “Casi todas las semanas tenemos rutas de diferentes niveles o talleres específicos como mantenimiento de patines, rollerdances, etc. También hacemos grandes eventos puntuales como la ‘super friki’ ruta de Halloween, las alegres ‘Impulso olimpiadas’ o la ruta solidaria de Navidad, en la que salimos a la calle a repartir comida a los más necesitados.” Psst. Apuntarse a Impulso Urbano cuesta 30€ el mes o 90€ el trimestre sin inscripción y con derecho a todas las actividades.
Cómo es una clase
“Nuestras clases de patinaje están orientadas principalmente al patinaje urbano, es decir, a aprender a moverse de forma segura y responsable por las ciudades”, explica Rodrigo. “Así no sólo se puede disfrutar de Madrid sino también de otras ciudades cuando vamos de viaje y esto, definitivamente, ¡es algo mágico!”, dice. “Para esto enseñamos en niveles principiantes la técnica básica, como posiciones de seguridad, impulsos, giros y frenos. Después vamos introduciendo cómo desenvolverse en terrenos propios de una ciudad como bordillos, escaleras, cuestas, etc. Y cuando son más avanzados, derrapes, saltos, patinaje de espaldas, piruetas, etc. También enseñamos freestyle slalom, una modalidad urbana que consiste en hacer figuras entre una fila de conos puestos en el suelo y que está teniendo un gran auge por lo espectacular que puede llegar a ser. Y los peques no se quedan fuera, también tenemos clases para niños.”
Los beneficios
Como señala Rodrigo, entre los beneficios del patinaje están, obviamente, la tonificación y fortalecimiento del tren inferior y la zona lumbar-abdominal. “Patinando se trabajan mucho los cuádriceps y, a diferencia de lo que muchos piensan, también se fortalecen mucho las rodillas”, dice Rodrigo. Además, psicológicamente, “patinar tiene muchos efectos positivos”. “La libertad que aporta esta disciplina, hacer ejercicio al aire libre, ir superando miedos y dando valor al esfuerzo y la practica constante nos hace confiar y adoptar una actitud más segura en general. Socialmente también nos abre las puertas para conocer gente afín y disfrutar de la ciudad de una forma diferente”, cuenta. ¿Y para las chicas? “Patinar tiene los mismos beneficios que para los chicos, pero es cierto que se trabajan mucho los glúteos y piernas, tonificándolas y moldeándolas”, añade.
El equipo básico
Como dice Rodrigo, para empezar a patinar necesitamos, además de los patines, las protecciones: muñequeras, rodilleras, coderas y casco. “Este último se hace imprescindible en los niveles más avanzados, en los que se patina de espaldas o a alta velocidad y existe un riesgo mayor de golpearse en la cabeza. A pesar de esto siempre es recomendable usarlo”, dice. “Por ultimo y lo más importante, son las ganas de mejorar día a día, ‘picarse’ con los amigos para hacer movimientos, trucos, posiciones, etc. Es la constancia y determinación lo que finalmente nos hace un buen patinador”, añade.
¿En línea o cuatro ruedas?
¿Cómo elegir unos buenos patines? “Una forma sencilla es el precio -dice el experto-, pero lo importante es saber que hay diferentes tipos de patines: de fitness, freeskate, hockey, freestyle slalom, etc. Una vez tenemos claro qué modalidad nos gusta la disyuntiva disminuye. En cada estilo de patinaje existen patines buenos, regulares y mediocres”. Como recomienda Rodrigo, “lo mejor es probarse varios modelos según el presupuesto del que se disponga y que nuestro pie elija”. “Es muy importante no comprar nunca una talla mayor a la nuestra; muchas veces la gente comete este error, sobre todo al comprar unos patines caros al ver que aprietan. Error, un patín bueno tenderá ajustarse más; con el tiempo ceden y se adaptan a la forma del pie”, explica. En Impulso Urbano enseñamos a patinar en línea (la oferta de patines es mucho mayor), por lo que es más fácil encontrar unos que se adapten a lo que queremos. Los patines en paralelo realmente buenos son bastante caros también, pero como en todo, es cosa de gustos”, dice.
Súper poderes
Para entender lo que se siente a al aprender a patinar, Rodrigo nos cuenta que Mario, uno de los profesores de Impulso Urbano contaba una vez a sus alumnos que patinar es como cultivar poco a poco un súper poder. “Así como los súper héroes tienen súper poderes, patinar es algo similar: todo el mundo está limitado a moverse a cierta velocidad menos los patinadores, que pueden desplazarse a gran velocidad. El patinaje permite disfrutar de forma diferente espacios ya conocidos, enriqueciendo nuestra vida notablemente”. Y, como añade Rodrigo, “es una actividad bastante barata para estos tiempos de crisis. Se compra una vez el material y, si es bueno, no necesitamos reponerlo en mucho tiempo. Además de ser una excelente actividad física, patinar tiene muchas ventajas psicológicas y sociales”.
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