Una imagen en blanco y negro de una camelia, fotografiada por el hijo del creador de Shiseido en 1940, es el punto de partida de Ever Bloom (80 €/50ml), el nuevo perfume de la marca japonesa de cosmética.

Un bouquet floral blanco, que envuelve a la persona que lo lleva creando un aura de seducción a su paso. Sus notas principales: absoluto de flor de azahar, gardenia, almizcle... acompañados de acordes radiantes de ciclamen, loto y esencia de rosa. Un perfume único que pretende captar el momento exacto de florecimiento, un instante único que queda inmortalizado para siempre.

 "Imaginé una nota central floral transparente, nítida y natural. Una flor abstracta que no se logra identificar, una flor de "formas borrosas". Un jugo sedoso y suave que envuelve la piel. Ante todo, intenté recrear el aroma de la nuca de una mujer, de su piel extremadamente pura, hidratada ", afirma el creador de Ever Bloom,  Aurélien Guichard.

El frasco de este perfume, de formas ondulantes, complementa a la perfección su filosofía a través de un diseño fetiche y etéreo. En el tapón, el símbolo de la firma nunca cobró tanto sentido: dos camelias entrelazadas que poden el broche de oro a una creación destinada a ser icónica.