APERITIVO DE MARISCO
Tómalo al vapor, a la plancha o a la brasa, con un chorrito de limón. «El marisco tiene pocos hidratos de carbono y grasas saturadas», asegura Cristina Rodríguez, nutricionista de IML (Madrid, tel. 917 02 46 27).

CREMAS FRÍAS
La de espárragos, melón o remolacha y la vichyssoise tienen pocas calorías, son ricas en fibra y potasio, sacian y te ayudan a eliminar líquidos », según la nutricionista Rodríguez. Hazlas con leche y quesitos desnatados.

ENSALADA DE ENTRANTE
Te llena el estómago y aporta muy pocas calorías y nada de grasa. Decántate por verduras de hoja verde y no abuses de las aceitunas ni de los frutos secos –contienen sal y te hacen retener líquidos–. Como aliño, vinagreta, yogur o mostaza.

GAZPACHO VERDE
Opta por su versión light: con espinacas, lechuga, pimientos verdes, pepino, aceite de oliva, vinagre y poca sal. Si añades almendras crudas, huevo duro o jamón ibérico logras un aporte extra de ácidos Omega 3 y proteínas, sin apenas calorías.

VERDURAS AL PUNTO
Inclúyelas en la comida y en la cena, y prepáralas escaldadas o al vapor –menos de un minuto de cocción–. «Se digieren mejor y proporcionan mucha fibra», afirma la nutricionista Laura Pire (www.laurapire.com).

PESCADO, AZUL Y A LA BRASA
«Contiene ácidos grasos Omega 3, que ayudan a quemar las grasas, bajar el colesterol malo y subir el bueno, combatir la inflamación y mejorar el estado de la piel», explica Cristina Rodríguez de IML.

ALGAS VERDIAZULES
«El agar-agar, la nori, la dulse y el wakame son tipos ricos en proteínas, bloquean la absorción de grasas y toxinas, depuran la sangre y reducen el apetito», según Isabel Moreno, consultora macrobiótica del Sha Wellness (Alicante, tel. 966 86 80 84).

SALTEADO DE SETAS Y HONGOS
Tienen agua y fibra en cantidad y casi ninguna caloría (33 kcal/ 100 g). Hazlos en la sartén, con una gota de aceite, y añádelos a ensaladas. «En particular, la seta shiitake ayuda a eliminar grasas y líquidos y a bajar el colesterol malo», según Isabel Moreno.

PAELLA, CON TROPEZONES
Combina el arroz con verduras y proteínas para reducir la respuesta glucémica –que deriva en la acumulación de grasa y el hambre temprana–. «La verdura debe ser la ración más abundante e iniciar con ella la comida para saciarte», recuerda Pire.

INFUSIONES FRÍAS
El té verde, el oolong y el nabo daikon «ayudan a eliminar líquidos y el exceso de grasa acumulado durante el invierno y a depurar el hígado», afirma Moreno. Y el té de cebada tostada es muy ligero y refrescante para los días más calurosos.

Una cañita al aire:

Pide una clara o un tinto de verano «Los cócteles y las bebidas con alta graduación aumentan los triglicéridos y el colesterol malo, tienen muchas calorías (7 kcal/grado) y se almacenan en forma de grasa», asegura la nutricionista Cristina Rodríguez. Sin embargo la cerveza y el vino tinto mezclados con gaseosa aumentan la secreción gástrica y estimulan la digestión. Sírvete dos dedos de alcohol y el resto de gaseosa, y limita el consumo a una copa al día.