GRASA
Los cabellos con exceso de grasa suelen ensuciarse fácilmente –el cuero cabelludo porque las puntas pueden estar limpias y secas-, por lo que necesitan una limpieza frecuente “para evitar la obstrucción sebácea de los folículos pilosos”, apunta el Dr. Germán Delgado, médico de Svenson. Pero, ¡ojo!, no diaria. La explicación: El efecto rebote que se produce. Tu cuero cabelludo entra en un círculo vicioso y, cuanto más lo lavas, más sebo segrega por si acaso. Es mejor lavárselo en días alternos, día sí, día no. Las colas de caballo son muy socorridas y otra muy buena opción es el champú seco seborregulador -Klorane tiene uno seborregulador al extracto de ortiga muy bueno-, eso sí no olvides cepillarte luego bien para no dejar el cuero cabelludo cubierto por un manto blanquecino. “Nunca utilices el champú específico para cabello graso más de dos veces a la semana y altérnalo con uno neutro, para no resecar”, recomienda Rubén Álamo, director de educación de Redken.
Producto recomendación: el champú ideal en estos casos en un Equilibrante con un pH regulado, que limpie en profundidad, pero sin irritar el cuero cabelludo, como el Champú Pure Resource, de Série Expert, de L’Oréal Professionnel, a base de agua purificada y vitamina E antioxidante y antical. O el Champú con extractos de arcilla blanca y leche de jazmín, de Le Petit Marsellais.

CASPA
“La caspa no es más que una descamación excesiva del cuero cabelludo, que puede estar desencadenada por diversas causas: estrés, desequilibrios hormonales, falta de vitamina B y dermatitis seborréica, entre otras”, señala el Dr. Delgado, por eso es imprescindible la visita al dermatólogo. Además, el uso de champús con detergentes, la utilización de laca, brillantina o colorantes del cabello incrementa el problema, al igual que un lavado o un cepillado demasiado fuertes. Evítalo. Y “vete dejando el uso del champú específico para la caspa, a medida que el problema desaparezca, suelen ser fórmulas muy fuertes y debes limitarlas a una vez a la semana, como mantenimiento”, recomienda Rosa García, del Salón Estudio 26.
Producto recomendación: Fórmulas herbales a base de extractos naturales con efecto descongestionante, purificante y acondicionador, como el Champú Dandruff Control, de Redken, con extracto de lavanda calmante. O el Chmapú Instant Clear, de Série Expert, de L’Oréal Professionnel, con piritionato de zinc, a-bisabolol y vitamina PP, para eliminar la caspa y reducir las irritaciones del cuero cabelludo.

SECO Y ESTROPEADO
“Reconocer este tipo de cabellos es sencillo –comenta el médico de Svenson-, ya que adquiere un aspecto opaco y quebradizo, debido a la falta de humedad y nutrición”. Las causas: normalmente un exceso de tratamientos cosméticos, como las permanentes, ahuecados, alisados, tintes y decoloraciones. “Es conveniente evitar los champús muy agresivos –con tensioactivos-, por lo general los que hacen más espuma, utilizar siempre acondicionadores nutritivos después del lavado y dejarlos actuar un mínimo de cuatro minutos”, aconseja Rubén. Las cremas que se dejan sin aclarado, levave-in-conditioner, protegen el pelo y le aportan una película protectora. Eso sí, apuesta por los que contienen siliconas volátiles, no dejan rastro de grasa y evitan el encrespamiento. Y una vez a la semana aplícate una mascarilla nutritiva, envuélvete el cabello con una toalla caliente para que la oclusión facilite la penetración de los nutrientes.
Producto recomendación: Van muy bien los ricos en aceites –Monoi de Tahiti, Argan, Aguacate-, para evitar eliminar la capa de queratina y deslipizar el cabello, como el Argan 6 Oil, de Redken, que sella las puntas, protege, nutre y elimina el encrespamiento. O el Aceite Mythic Oil, de L’Oréal Professionnel, con aceite de aguacate y pepitas de uva nutritivas.    

FINO
El cabello fino y lacio suele ser una de las principales causas de falta de volumen, según el Dr. Delgado, este tipo de pelo suele ser más frágil y vulnerable, ya sea por herencia, estrés o por factores externos como los cambios meteorológicos, unos cuidados mínimos o por no usar los productos adecuados. Una vez que laves tu pelo, sécatelo con el secador y la cabeza boca abajo, y ayúdate con los dedos o con un cepillo ancho de rulo con cerdas suaves y naturales. “Procura cortártelo a capas y sanear las puntas cada tres o cuatro meses, así, además, le aportarás más movimiento. Y las mechas y reflejos dan una sensación óptica de más volumen”, asegura Rosa.
Producto recomendación: Apuesta por champús extra suaves, que no contengan sulfatos, lanolina ni siliconas –por ser muy agresivos y pesados para el pelo-, y que le aporten “cuerpo” a tu melena, como la gama Body Full, de Redken, que gracias a su tecnología Non Stop Volume Complex refuerza, repara, aporta cuerpo y volumen. O Lissea Champú Alisado Sedoso, de Rene Furterer, sin sulfatos.

MANDAMIENTOS GENERALES
•    Alterna el champú específico para tu tipo de cabello con uno suave.
•    Lávate el pelo con agua tibia y termina el último aclarado con agua fría.
•    No frotes el cabello con la toalla para secarlo, en su lugar envuélvelo en ésta cinco minutos para absorber el exceso de humedad.
•    Los masajes capilares suaves favorecen la circulación sanguínea del cuero cabelludo, su oxigenación y el aporte nutricional al bulbo capilar.
•    Una cantidad equivalente al tamaño de una avellana es más que suficiente para el cabello corto, y del tamaño de una nuez para el cabello largo.
•    Si tu cabello es muy largo no hace falta que te apliques más champú en las puntas, con el que resbale de la parte de arriba tendrás suficiente para limpiarlas.
•    Aclara minuciosamente todo el champú; los residuos de producto capilar atenúan el brillo.