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Los cambios bruscos de temperatura, el uso de gorros, el abuso del secador y el agua excesivamente caliente, hacen que el pelo se resienta y pierda la vitalidad y brillo deseados.

Para que tu pelo se mantenga con fuerza y luzca su mejor aspecto sólo tienes que dedicarle unos minutos de mimos extrax y tu melena estará perfecta todo el año.

Acertar con un champú que se adapte a las necesidades de cada tipo de pelo es fundamental. Elige uno suave, que aporte hidratación y que no reseque en exceso.

Por supuesto el agua debe estar templada y si aguantas, es recomendable realizar el último aclarado con fría.

Suavidad y nutrición

No dejes de usar acondicionador, sobre todo en las puntas, será tu mejor aliado, protegerá la fibra capilar y ayudará a que las puntas se abran. Además, aplícate una mascarilla nutritiva una vez por semana sobre el cabello húmedo.

La falta de tiempo no será excusa porque ahora existen productos que no requieren aclarado y además hacen de escudo frente al calor de los secadores, tenacillas o planchas elécticas.

Secador con moderación

Las bajas temperaturas hacen que empleemos el secador prácticamente a diario. Cuando lo uses, vigila la temperatura y no selecciones la más alta, no lo pegues directamente al pelo y no dirijas el chorro de calor durante mucho tiempo al mismo mechón. Si no tienes citas importantes y vas a quedarte en casa, aprovecha el fin de semana para dejarlo secar al aire.

Para peinarte, opta por los cepillos de cerdas naturales que son menos agresivas que las de plástico. Cuando tengas que desenredarlo, hazlo suavemente y con un peine de púas anchas, si son demasiado finas corres el riesgo de que el pelo se parta.