Simone Anderson decidió hace dos años que no era feliz con su aspecto y decidió hacer algo al respecto. Decidida a comer mejor y hacer más ejercicio, esta neozelandesa pasó de pesar 168 kg a 83 kg. Impresionante ¿verdad? Bueno, no todo el mundo pensaba lo mismo…

Simone empezó a ser noticia después de publicar fotos de su antes y su después en Instagram, recibiendo muchas críticas por ello. Muchos dijeron que su transformación era "falsa" por razones tan ridículas que no merece la pena reproducir aquí. "A lo largo de toda esta experiencia he tratado de ser honesta contándole a la gente exactamente cómo he llegado hasta aquí, así que, cuando me acusaron de mentir, me hicieron mucho daño".

Pero, convencida de que tenía que mantenerse firme ante sus detractores, Anderson volvió a las redes sociales, esta vez con un vídeo que muestra cómo había ido cambiando su aspecto a lo largo de estos dos años y publicando las fotos de un cuerpo del que se pensaría que ha tenido que pasar por el quirófano para eliminar el exceso de piel. "Fue también muy duro publicar las imágenes en las que se apreciaba lo flácida que tenía la piel, pero me dije que tenía que hacerlo para intentar convencer a todos los que ponían en duda lo que había contado.

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Junto al video, Anderson escribió: "Hace exactamente dos años, tomé la decisión de cambiar mi dieta, mi mentalidad y mi estilo de vida".

"Recuerdo cómo se me saltaron las lágrimas mientras le daba al botón de "publicar", y ahora me siento muy orgullosa de mí misma por lo que he hecho y por tener el valor necesario para hacerlo público. Ha habido muchos días en los que he querido renunciar y volver a mi antiguo estilo de vida, pero, al final, no lo he hecho."

A día de hoy, el vídeo de Anderson tiene más de 100.000 visitas y cerca de 800 "me gusta" en Instagram.

Vía: Good Housekeeping US