Antibióticos
Si hay algo por lo que se caracterizan los productos ecológicos es que pueden presumir orgullosos de que no tienen antibióticos. Esto tiene influencia directa en nuestra salud, ya que muchos especialistas los consideran causantes, entre otras razones, de problemas como los dolores de cabeza, problemas cardíacos, asma, alergias, osteoporosis y hasta cáncer.
Biodiversidad
Uno de los mayores retos de la humanidad es hacer que la agricultura no resulte tan perjudicial para la naturaleza y es aquí donde los productos ecológicos ponen su granito de arena. Cuida de la biodiversidad gracias a las buenas prácticas como el uso de abonos verdes, rotaciones, ganadería extensiva…
Contaminación
Una de las claves que se pretende conseguir con la alimentación ecológica es precisamente reducir la contaminación que se provoca en el agua y el aire con la agricultura y ganadería química y que a su vez supone un riesgo para nuestra salud.
Demanda
Nuestro país ha aumentado la demanda de productos ecológicos a nivel internos en un 40% en los últimos dos años. Vamos por el buen camino.
España
Buenas noticias: ya se encuentra entre los 10 países que más consumen ecológico.
Fertilizantes
Naturales y no químicos. Con ellos no sólo se logran grandes beneficios en nuestra salud sino que a su vez se ayuda a frenar la desertificación, favorecer la retención de agua y no contaminar acuíferos, favorecer el equilibrio ecológico y fertilidad natural de la tierra…
Ganadería
Está comprobado que la cría y alimentación de los animales con alimentos ecológicos es más saludable para ellos. Todos salen beneficiados.
Hierro
Gracias al uso de fertilizantes naturales, contienen más nutrientes y son ricos en minerales esenciales como el hierro, cromo, magnesio, calcio…, además de vitaminas (especialmente la vitamina C).
Identidad
La producción ecológica comienza a tener una identidad propia: no químicos, respeto por la tierra y por la salud de quienes la habitan.
abeJas
Las grandes olvidadas. Y es que la producción ecológica también las cuida. La ausencia de plaguicidas químicos evita la muerte de millones de ellas y de otros polinizadores. Compuestos como el imidacloprid, la clotianidina y la tiametoxam son responsables de su muerte. Los activistas pretenden establecer una hoja de ruta que prevea el incremento a 7,6 millones de hectáreas para la agricultura ecológica en 2020.
Kañiwa
La alimentación ecológica nos sorprende cada día. ¿Lo último? La kañiwa o la llamada "baby quinoa", un super alimento potente que multiplica los beneficios de la clásica quinoa.
Libertad
Los animales involucrados en los productos ecológicos se ven notablemente beneficiados. A diferencia de otros sistemas de producción en los que los animales están encerrados y hacinados con el único fin de ser "rentables", la ganadería ecológica les permite vivir en condiciones de mayor libertad ara que tengan un desarrollo normal y gocen de mejor salud.
Mulching cultural
Una de las buenas prácticas puestas en marcha para su obtención, a través de la cual se potencia la fertilidad natural de los suelos sin utilizar fertilizantes químicos que dañen el medio ambiente.
Naturaleza
Sin ella, no sería nada. Pero siempre, desde el respeto que nos ha faltado en los últimos siglos. La producción ecológica lucha por recuperar el amor por la tierra en la que vivimos.
Obesidad
La alimentación ecológica pretende ser una de las guerreras en la lucha contra la obesidad gracias a la ausencia de todo aquello que está favoreciendo la peligrosa sociedad obesa y en este ámbito tenemos buenas noticias, porque el segmento donde más crece el consumo ecológico es el de 18 a 34 y en los hogares donde hay niños y adolescentes. El futuro sabe por dónde tiene que ir.
Pesticidas
Los productos ecológicos no los utilizan. Aunque previenen enfermedades y plagas, pueden ser susceptibles de dejar restos de residuos tóxicos perjudiciales para nuestra salud.
Químicos
La clave de la producción ecológica: prescinde de ellos. La producción ecológica se obtiene sin utilizar químicos en ninguna de sus etapas: desde el crecimiento (tanto de vegetales como animales) y la producción, hasta la distribución.
Respeto
Regla número 1 de la alimentación ecológica: ser respetuosa con el medio ambiente. Cuidar del planeta y conseguir un consumo sostenible son dos de los grandes objetivos de estos productos.
Sintético
Si hay algo de lo que puedes estar segura es que los productos ecológicos no contienen trazas sintéticas y no tienen incidencia negativa por esta razón en nuestro organismo y, por tanto, se asimilan mejor.
Temporada
Los productos ecológicos son productos de temporada, es decir, que se dan naturalmente en cada estación y por tanto no necesitan aditivos para su conservación. Además, son más ricos en nutrientes.
Unión Europea
La Unión Europea regula las prácticas de la producción ecológica y es quien se encarga de certificar gracias a los Consejos Reguladores que los productos que se venden con etiqueta ecológica, lo sean de verdad. Para que un alimento sea ecológico, al menos el 95% de sus ingredientes debe provenir de la producción ecológica. No hay medias tintas.
Variedad
Hace unos años podría ser impensable el pensar en la facilidad de obtención de productos de producción ecológica. Y aún más en tener donde elegir. Ahora, la variedad es clave para que la concienciación a través de la alimentación funcione. Vrai, por ejemplo, es una de las marcas pioneras que trabaja duro en este camino.
Web
A través de Internet podrás localizar los mercados ecológicos más cercanos a tu domicilio además de que encontrarás numerosas tiendas online que se encargan de llevártelo a tu casa de la forma más sencilla y rápida del mundo. Amazon se ha sumado al carro. No hay excusas.
antioXidantes
La alimentación ecológica es rica en antioxidantes gracias que conserva sus propiedades por la falta de químicos en su proceso. Y los antioxidantes ayudan a prevenir numerosas enfermedades, entre ellas, el cáncer.
traZabilidad regulada
La agricultura ecológica utiliza un sistema de producción de la máxima fiabilidad sujeto a una trazabilidad regulada desde el campo al lineal. Desde la selección de la materia prima hasta la compra, pasando por la elaboración, el envasado, el etiquetado y hasta el transporte, con empresas de control y certificación que garantizan que todos los actores que forman parte del proceso, cumplan su parte.
