1. Emplear los cuatro grupos básicos de productos: verduras, pro­teínas, hidratos de car­bono y frutas o lácteos desnatados de postre.
2. Uti­lizar diferentes colores y sabores variados para que los alimentos sean más apetecibles.
3. Evitar comer en la me­sa de trabajo para no ingerir con ansiedad.
4. Destinar un recipiente distinto para cada plato, ya que los aromas y sabores se mezclan y distorsionan la degustación.
5. Llevar las salsas y vinagretas aparte y mezclarlas en el momento en que se vayan a consumir.
6. Salar la comida sólo después de haberla ca­lentado al microondas, para evitar así que se seque excesivamente.
7. Rociar con un poco de limón o de aceite de oliva el pescado y la carne para lograr que queden más jugosos.
8. Si se opta por un plato único, asegurarse de que contiene todos los nutrientes necesarios, elegir, por ejemplo, judías blancas con atún y verduras, paella mixta o arroz, verduras y pollo.