MÉTODO THINKING

¿En qué consiste? "No es una dieta sino un completo y multidisciplinar método para tratar el vínculo adictivo que se crea con la comida, cuando éste es malo o enfermizo", asegura Diego Olmedilla, experto en nutrición, creador del método y autor del libro ¿Cuántas Calorías Cuesta la Felicidad?, de Espasa. Él mismo fue un "gordo" durante mucho tiempo y habla desde la experiencia. Intervienen un médico, un nutricionista, un psicólogo, un coach y un entrenador personal. El médico te hace un completo chequeo, que incluye analítica, historia clínica –patologías, consumo de fármacos, antecedentes familiares, etc-, y electrocardiograma si es necesario. El nutricionista te prescribe un plan de alimentación basado en una dieta mediterránea equilibrada, variada y ajustada a tus necesidades particulares. El psicólogo valora tu vínculo adictivo con la comida, y te ayuda a descubrir qué te lleva a comer así, tanto en sesiones individuales como de grupo. El coach te mantiene con el foco en tu objetivo. Y el entrenador personal te realiza un test de fuerza, flexibilidad y resistencia, y elabora un plan personalizado de ejercicio. Todo el plan es seguido de cerca y revisado cada 15 días por cada uno de los profesionales. Y consta de varias fases: "La primera es de Liberación y en ella le dices adiós a lo que fuiste. La segunda es de Consolidación y te reafirmas en el cambio. En la tercera, llamada de Construcción, edificas lo que será tu nueva relación la comida. Y en la cuarta y última, o de Equilibrio, te preparas para enfrentar tu nuevo yo al mundo", detalla Olmedilla. Todo el proceso te puede llevar de dos a tres meses.

Más información: Método Thinking (Madrid, tel. 914 41 48 17). Lectura: Adelgaza con el método Thinking y ¿Cuántas Calorías Cuesta la Felicidad?, de Diego Olmedilla, Ed. Espasa.

COMER PARA NO MORIR

Comer para no morir, de Ed. Paidós, es el título del libro de Michael Greger un médico experto en nutrición, reconocido mundialmente, y fundador de la web www.NutritionFacts.org, que recomienda "maximizar la ingesta de alimentos integrales de origen vegetal y minimizar la de alimentos de origen animal y procesados –es decir, menos comida basura, carne, lácteos, huevos y procesados-". ¿Por qué? Los alimentos de origen vegetal sin procesar son más sanos y contienen nutrientes protectores que nos faltan y ayudan a evitar las 15 primeras causas de muerte en occidente: enfermedad coronaria, pulmonar, cerebral, del aparato digestivo, infecciosa, diabetes, hipertensión arterial, hepática, cáncer en la sangre, insuficiencia renal, cáncer de mama, depresión, cáncer de próstata, Parkinson y causas iatrogénicas –quimioterapia, radicación, colonoscopia, cirugías y fármacos-. El Dr. Greger recomienda apostar por 12 magníficos: legumbres, bayas, frutas, verduras crucíferas, verduras de hoja verde, semillas de lino, frutos secos y semillas, hierbas aromáticas y especias, cereales integrales, agua y té, y ejercicio físico. ¿Por qué este menú? Por su alta concentración en antioxidantes, agentes anticancerígenos –como el sulforafano- y fitoestrógenos, su capacidad para eliminar radicales libres, reducir la inflamación, disminuir los niveles de colesterol, glucosa e insulina en sangre, y su ayuda para perder la grasa abdominal. Habría que tomar tres raciones diarias de legumbres, es decir en cada comida; una ración diaria de bayas; tres piezas diarias de fruta; una ración diaria de verduras crucíferas; dos raciones diarias de verduras de hoja verde; una cucharada diaria de semillas de lino; una ración diaria de frutos secos y; ¼ de cucharadita de cúrcuma u otra hierba aromática o especia que te guste; tres raciones diarias de cereales integrales; cinco raciones diarias de agua y té; y realizar 90 minutos de ejercicio físico moderado ó 40 intenso.

Más información: www.nutritionfacts.org. Lectura: Comer para no morir, de Michael Greger & Gene Stone. Ed. Paidós.

LA DIGESTIÓN PERFECTA

Con el libro La Digestión Perfecta, de Libros Cúpula, la especialista en nutrición y dietética Conchita Vidales, habla de cómo nuestro sistema inmunológico juega un papel fundamental en la perfecta digestión y en el desarrollo de intolerancias y alergias alimentarias. "La Fundación Británica de la Alergia supone que el 45% de la población europea y de EE UU padece una intolerancia alimentaria. Se trata, básicamente, de reacciones inmunitarias frente a alimentos –con gluten, anisakis, leche, lactosa y helicobacter pylori principalmente-, que, además afectan al doble de mujeres que de hombres", asegura la experta. Además, si no cuidamos nuestra digestión e intestino a medio-largo plazo podemos llegar a desarrollar desde estreñimiento hasta patologías más graves, como diveticulitis, pólipos y/o tumores, según Vidales. Pues bien, para prevenir y aliviar estos trastornos, conseguir una buena digestión y reforzar nuestro sistema inmune la experta propone "incluir en nuestra dieta de tres a cinco veces al día alguno de estos alimentos: hortalizas -zanahorias, remolacha, patata, nabo, calabaza, cebolla, etc-, por ser verduras de bulbo que absorben todos los nutrientes que da la tierra; frutas de temporada, recogidas en su momento óptimo de maduración, ya que gracias a sus vitaminas y fitoextractos se equilibra la función de los órganos digestivos; y productos lácteos con probióticos (kefir o yogur), que contienen bacterias "amigas" de nuestra flora intestinal". También recomienda una selección de alimentos, infusiones y tisanas que pueden ayudar a cuidar la digestión, como agua de coco, ajo, alcachofa, arroz hervido, avena, col verde, zanahoria, espárrago, jengibre, patata, kiwi, limón, mango, manzana, membrillo, pera, piña, plátano, menta, lenguado, merluza, rodaballo, pollo, yogur, semillas de lino, achicoria, anís, cardo mariano, diente de león, hinojo, laurel, manzanilla, plántago y poleo.

Más información: Nutrimedic (Madrid, tel. 915 76 95 40). Lectura: La Digestión Perfecta, de Libros Cúpula.

MÁS BEICON, MENOS RUNNING

Ni las calorías, ni la grasa, ni la falta de ejercicio, el problema es la insulina, según Grant Petersen, gurú americano de la alimentación y autor de Más Beicon, Menos Running, de Ed. Stella Maris. "Cualquier carbohidrato se descompone en azúcar y da como resultado unos niveles elevados de insulina y acumulación de grasa", asegura. Tampoco es bueno comer proteínas de más, según el autor, "si come más proteína de la que su cuerpo puede usar en unas pocas horas, el excedente se convierte en glucosa y eleva el nivel de azúcar en sangre". Por ello, el autor propone limitar los carbohidratos a 50 g o menos al día y apostar por los menos malos –verduras de hoja verde-, consumir 30 g de proteína en cada comida que es más o menos lo que tu cuerpo puede utilizar e ingerir más grasa. "La grasa no eleva los niveles de azúcar e insulina en sangre sino que se convierte en combustible que se quema cuando nos movemos en el día a día y evita que nos entre hambre", según Petersen. Hay que apostar por las grasas buenas, del salmón, las sardinas, los arenques, las anchoas, cangrejos, gambas, vieiras y ostras, aceitunas, aguacates y nueces de macadamia. Como siempre, la dieta debe estar acompañada de ejercicio, pero nada de ejercicio fácil o como pasatiempo, tienen que ser sesiones arduas: "ejercicios cortos e intensos que hacen arder los músculos y te dejan jadeando para conseguir más aire. Los ejercicios breves y superintensos funcionan mucho mejor y más rápido", asegura el experto.

Más información: http://eatbacondontjog.com/. Lectura: Más Beicon, Menos Running, de Ed. Stella Maris