Empecé el día motivada -admitamos que la equipación de Reebok diseñada para la ocasión ayudaba a meterte en el papel-, así que me tomé un buen desayuno y me lancé al Madrid Arena.

Conforme me acercaba, podía ver gente de todo tipo: jóvenes y no tan jóvenes, en forma y no tan en forma. Aunque, admito que ver a personas fibradas, con los músculos más marcados que Popeye y bolsas de deporte más grandes que mi maleta de vacaciones, me empezó a preocupar un poco... Pero seguí avanzando. Hemos venido a jugar.

Una vez en el recinto, tuve la oportunidad de ver a Rachel Newsham y a Dan Cohen. Ambos comparten vacias facetas: son maestros del Bodycombat, son ingleses que ahora viven en Nueva Zelanda y tienen unos cuerpos tan esculturales que al verlos lo único que pude pensar fue: ¿Dónde narices me he metido?

Nos dividimos en dos grupos para escuchar algunos consejos de los profesionales. Yo me decanté por Rach, por eso de identificarme como mujer. Nos habló de forma cercana, contándonos que su mayor motivación no es el ejercicio en sí, sino hacer feliz a la gente. Además, nos habló de su parte más humana, confesando que cuando viaja nota sus músculos más débiles a causa del 'jet lag'. La verdad es que la charla me relajó y me dio ánimos para la primera batalla.

A las 15:30, la sala principal del Madrid Arena se llenó de gente y el equipo de Les Mills saltó al escenario con toda la energía y gritando la cuenta atrás para empezar los 45 minutos de BODY JAM: música a tope y mil doscientas personas intentando coordinarse para realizar una coreografía que nos iban enseñando paso a paso. Os podéis imaginar el espectáculo: el primer paso fue fácil, pero cuando tuvimos que juntar tres seguidos, mis piernas iban para un lado, mis brazos para otro, cuando tenía que saltar me agachaba y cuando tenía que girar a la izquierda, lo hacía a la derecha. Eso sí, me lo estaba pasando increíble y, aunque parecía imposible, después de varias repeticiones podía verse que todos empezábamos a movernos un poco al compás.

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Descansamos unos minutos y continuamos con el siguiente asalto: BODYCOMBAT. Rachel y Dan salieron al escenario para enseñarnos a ejercitar nuestro cuerpo mediante los movimientos del boxeo. Puños y patadas al aire, sentadillas en posición de defensa... De repente la sala se había convertido en un auténtico 'ring' al ritmo de la música.

Lo mejor es que tanto BODYCOBAT como BODY JAM son deportes que puede realizar todo el mundo, aunque no estés en la mejor forma física y, Les Mills Live ha demostrado que el deporte no sólo implica sacrificio, sino que puede llegar a ser tan divertido como un festival de música.

Antes de irte, podrías pasar por la tienda de Reebok y comprar el 'look' oficial que llevaba puesto el equipo de Les Mills.

Admito que tengo agujetas, no sé si del ejercicio o de todo lo que me reí, pero sin duda me quedo con ganas de volver a la siguiente edición.