Cuando corremos, a las mujeres no nos queda otra que utilizar un sujetador deportivo. Ahora, unas nuevas prótesis un 20% más ligeras prometen luchar contra la gravedad.

Son originarias de Alemania, del fabricante G & G Biotechnology Ltd., y dónde hay más experiencia poniéndolas es en Israel, aunque también están empezando a implantarse en EEUU y acaban de aterrizar en España. Uno de los doctores que ya las utilizan es el cirujano plástico Domenico Ventura, en Clínicas Dorsia, donde aseguran que una de cada cuatro españolas ya se opera con ellos.

¿Qué tienen de particular? "Están realizadas en gel de silicona cohesivo, como las convencionales, pero con una estructura molecular diferente, lo que las hace un 20% más ligeras que el resto", explica el cirujano. Y las hay tanto de forma redonda como de gota, su elección depende de la estructura anatómica de la paciente. Se utilizan tanto para aumento, como elevación, como reconstrucción mamaria. Y se pueden poner por debajo como por encima del músculo pectoral mayor, algo que no siempre es posible con las demás. "Lo recomendado cuándo una prótesis pesa más de 350 gramos es colocarlas por debajo del músculo pectoral para que no se caigan con el peso, el paso del tiempo y la gravedad. Pero, las prótesis B-Lite, al ser más ligeras, se pueden poner por encima de éste porque no se caen y se mantienen en su sitio durante más tiempo", asegura el doctor Ventura.

Su colocación puede ser por la axila, la areola o el surco submamario, aunque lo habitual es por la areola o el surco. "Al ser más ligeras y tener un grosor menor, se colocan con mayor facilidad en la región periareolar, produciendo menos trauma", apunta el experto. Y aguantan más años. "Las prótesis, en general, son de por vida, aunque, después de 20 años el cuerpo ha envejecido lo suficiente como para revisar los implantes y los tejidos. Las prótesis B-Lite al pesar menos, caen más tarde, es una ventaja que se va a notar, sobre todo, transcurridos 5 ó 10 años de haberlas puesto", asegura el Dr. Ventura.

Están recomendadas en mujeres que hacen mucho deporte, en aquellas en las que el tejido empieza a ceder, está más envejecido o tienen la piel fina. Pero, la última palabra la tiene siempre el cirujano que es quién decide qué prótesis ponerte en función de: "la calidad y grosor de la piel, la cantidad y calidad de la glándula mamaria y el grosor del pectoral mayor", apunta el experto.

Un pero: son más caras. El precio de la intervención se incrementa unos 2.000 € porque las tradicionales suponen un gasto de entre 4.400 y 4.800 €, en estas clínicas. "La tecnología para fabricarlas es diferente y aumenta el coste", justifica Domenico.

Precio: 6.800 €.

¿Dónde? Clínicas Dorsia (España, tel. 900 37 36 94)