A nadie le dejan indiferente las 'fit moms', esas embarazadas y madres súper tonificadas que han ocupado decenas de titulares en los últimos meses. Sin embargo, hasta ahora sólo habíamos visto la cara más amable de este movimiento... pero algunas de estas 'súper mujeres' están empezando a demostrar que ser increíblemente fuerte también puede tener su parte negativa.
Es el caso de Chontel Duncan, una australiana de 27 años y ex-aspirante a Miss Universo que posee su propia empresa de 'fitness'. Esta 'fit girl' ha contado en su cuenta de Instagram cómo tener unos abdominales fuertes le complicó considerablemente el parto de su hijo Jeremiah: la idea de Duncan era tener un parto vaginal, pero finalmente tuvo que someterse a una cesárea de urgencia porque su abdomen ejercía demasiada presión sobre el feto. "A los médicos les costó sacar al bebé porque los abdominales le sujetaban demasiado fuerte. Durante la operación comencé a vomitar", ha contado.
Esta 'fit mom' no ha dudado en mostrar la cicatriz de su cesárea para recordar a las mujeres que no deben avergonzarse de las marcas de su embarazo. "Mi cicatriz es más grande en el lado derecho porque el cirujano tuvo que agrandar el corte y utilizar fórceps para poder sacar a Jeremiah. Tal vez sea un efecto secundario por tener un abdomen fuerte", ha comentado.
Duncan saltó a la fama en pleno embarazo con una imagen que dio la vuelta al mundo: en ella aparecía junto a otra mujer encinta de las mismas semanas que ella, pero el aspecto de ambas no podría ser más diferente:
Pero Chontel no es la única 'fit mom' que ha mostrado la 'cara B' del fitness. Maria Kang, conocida como 'no excuse mom' (la madre sin excusas) se hizo famosa gracias a su cuerpo increíblemente tonificado a pesar de ser madre de tres hijos. En una foto que se hizo viral, Maria utilizaba la frase '¿cuál es tu excusa?' para demostrar que es posible ser madre trabajadora y dedicar tiempo a fortalecer el cuerpo.
Sin embargo, parece que Maria ha terminado por encontrar una excusa: recientemente ha compartido una imagen en Instagram en la que aparece con cuatro kilos más que en la primera foto y detalla cómo su divorcio y una depresión la han hecho tener que bajar la guardia.
Parece que, al fin y al cabo, las 'fit moms' son tan humanas como cualquiera.
