¿Tu personalidad te engorda?
Dinos cómo eres y te diremos cómo comer.
Nerviosa, desorganizada, sibarita, ansiosa… Tu personalidad influye en lo que comes y puede ser la cauda de que tu dieta no sea equilibrada o de que tengas sobrepeso. Tania Sanz, nutricionista y experta en hábitos saludables, te ayuda a identificar cómo comes y cómo hacerlo mejor.
Así eres, así comes
"Somos lo que comemos, como dice el refrán, pero en realidad, quiénes somos influye en lo que comemos y en cómo comemos", dice Tania Sanz, nutricionista y autora del blog Habitualmente.com. Según esta experta "los hábitos de alimentación pueden revelar grandes rasgos de la personalidad y a la inversa, la personalidad describe cómo comemos". "La personalidad está formada por el temperamento y el carácter, ambos ejerciendo una gran influencia sobre qué comemos (selección), cómo comemos (horarios y circunstancias) y por qué lo hacemos (motivos)", explica. Es importante tomar esto en cuenta para mejorar nuestra alimentación y salud en general. Según esta experta un estudio ha demostrado que la personalidad influye en la selección de alimentos. "Y no sólo eso, en esta preferencia por cierto tipo de alimentos influye la edad, el género y las tradiciones personales", añade. A continuación te describimos diferentes tipos de personalidades, sus formas de comer y los consejos de la experta para mejorarlas. ¿Con cuál te identificas?
Impulsiva
"Improvisa en todo, también al comer", dice Sanz. "Comer se vuelve una actividad meramente funcional, la comida es sólo el combustible para seguir funcionando, sus decisiones en cuanto a la selección de alimentos son prácticas y accesibles en el momento", explica. Recomendación. Comer bajo horarios regulares (3 comidas y 2 colaciones). "De esta forma no tendrás que esperar a tener hambre y comer cualquier cosa que esté a tu alcance", dice. Una alarma en el móvil que recuerde la hora de comida es una buena idea.
desorganizada
"No planifica nunca una comida ni tiene horarios, come sólo cuando tiene hambre, no importa la hora del día ni la selección de alimentos, que se coloca en un segundo plano", dice Tania Sanz. Recomendación. Decidir por adelantado (un día antes o semanalmente) el menú para comer. "Puedes preparar alimentos o escribir lo que estarás comiendo. Si te resulta difícil, empieza planeando una sola comida", aconseja.
Nerviosa
"Come de forma compulsiva", dice la nutricionista. Como explica Sanz, "ciertos factores externos desencadenan este impulso de comer en cantidades excesivas sin control de las porciones ni de la satisfacción". Recomendación. Cuando sientas el impulso de comer respirar pausadamente durante 2 minutos antes de empezar con el primer bocado. "Otra opción es comer con palillos chinos o cubiertos más pequeños para intentar comer más lento ", apunta.
Depresiva
"También puede comer por ansiedad o tristeza", dice la experta. "En este caso, la comida se vuelve un factor emocional, comiendo para satisfacer una necesidad más allá de lo fisiológico, como un alivio temporal del problema emocional", explica. Recomendación. Al igual que en la personalidad nerviosa, Sanz recomienda esperar unos minutos cuando se sienta el impulso de comer. "De preferencia con reloj en mano para distraer la atención fuera de la comida", dice. Psst. Si este comportamiento está fuera de control, la nutricionista recomienda consultar a un profesional de la salud de forma personalizada.
Hiperactiva
"No tiene tiempo para cocinar, son las típicas que comen lo más conveniente en el momento, amantes del microondas, de los 'take away' y del servicio a domicilio", apunta Sanz. "Lamentablemente, la comida saludable fuera de casa no siempre lo es y se pierde el control sobre las porciones", dice. Recomendación. Cocinar por lo menos una vez al día en casa. "Si esto no fuera posible, tratar de elegir alimentos con menos ingredientes y más simples, y tratar de controlar las porciones", señala.
Sibarita
"Le gusta demasiado comer, son apasionadas por muchas cosas y la comida es una de ellas", dice la experta. "Son fanáticas de experimentar los sabores de las comidas e incluso si la selección del alimento no es la mejor, seguirán disfrutando sólo por el placer de comer", añade. Recomendación. Preferir aquellos sabores naturales, como frutos rojos o frutas exóticas. Tratar de disfrutar con más de un sentido (olfato, vista, tacto). "Si esto no fuera posible y caemos en la tentación, después de cualquier comida poco saludable, la siguiente sí tiene que serlo", aconseja.
Cuidadora/mami
"Todo el día cocinando y probando… en este tipo de personalidad, las actividades diarias obligan a estar picando de todo a lo largo del día", dice Sanz. "Puede existir un aumento de peso ya que no hay un control sobre las porciones", apunta. Recomendación. Siempre que estés picando y/o probando sírvete en un plato (no importa si es muy poca cantidad) y hazle una foto. "Es una buena forma de visualizar lo que has comido durante el día", sugiere.
Enfocada
"La elección de comida es prioritaria", dice Tania Sanz. "En este tipo, la selección de alimentos es clave para alcanzar un objetivo personal: bajar de peso, lucir bien en el bikini, encontrar pareja, etc.", señala. Recomendación. No castigar al cuerpo con periodos de hambre prolongada. "Come lo suficiente para sentirte bien y no te presiones con el tiempo por alcanzar un determinado objetivo", apunta.
¡Controla tus impulsos!
Los pensamientos negativos y los impulsos te harán comer peor y más cantidad de la que deberías. Aquí tienes cuatro claves que te ayudarán a poner orden en tu dieta. Fuera culpas. Cada uno tiene su personalidad, con sus cosas buenas y malas. Lo importante es reconocer las segundas para saber cómo compensarlas, sobre todo en términos de alimentación y buenos hábitos. Adiós obsesiones. Sobre todo con la comida. No hace falta que controles ni peses todo lo que comes. Tu objetivo debe ser adquirir buenos hábitos a largo plazo y saber compensar los días en los que no comes bien. Date caprichos. No puedes estar toda la vida negándote lo que te gusta y restringiendo tu alimentación. Si algo te gusta mucho y no es demasiado sano, permítete comerlo una vez a la semana y compensa con la siguiente comida. Será mucho mejor que aguantarte y acabar dándote un atracón. Haz ejercicio. Es la clave para compensar los excesos, quemar más calorías y relajarte un poco con la dieta de vez en cuando.
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