Más de siete millones de personas en España sufren cada año la polinosis (alergia al polen). Y cada vez, más temprano. La subida de las temperaturas y las pocas precipitaciones tienen la culpa de que los primeros síntomas comiencen meses antes de lo esperado. Picor en los ojos, mucosidad, estornudos… Sabes de lo que hablamos, ¿verdad?
Pues bien, no te prometemos que con estos hábitos vayas a terminar con la temida alergia primaveral pero sí te aseguramos que ayudan (y mucho) a hacerla más llevadera. Y es que estos pequeños trucos no tienen nada de mágico. Si bien logramos adelgazar, lograr una piel más brillante o un pelo más fuerte a través de la alimentación, ¿por qué no iba a ayudar a reducir los síntomas de la alergia? Expertos de Kaiku nos dan las claves para plantarle cara desde el primer día. Toma nota.
¿Una taza de té?
Que tu respuesta a esta pregunta sea un rotundo SÍ. El té, sobre todo el té verde o las versiones sin teína, contiene antihistamínicos naturales que ayudan a reducir los síntomas, como por ejemplo, los ataques de estornudos. Y si tus ojos se enrojecen, aplica bolsitas de té frías en para desinflamar y reducir rojeces.
Hola probióticos
Ahora más que nunca es fundamental que el sistema inmunitario esté a pleno rendimiento. Los probióticos ayudan en la tarea de fortalecerlo: los yogures naturales y los reforzados con lactobacillus se vuelven en aliados imprescindibles para combatir los síntomas de la alergia.
Pocas especias
Evita las comidas muy especiadas en los días con picos pronunciados de alergia. El picante y el exceso de especias reducen el efecto antihistamínico al provocar un flujo mayor de histamina.
Dieta baja en sal
Reducir la sal en tu dieta ayudará a combatir las señales que indican que el asma ya está aquí. Además, mejora el funcionamiento de tus pulmones. Y si a esto le sumas una alimentación basada en la dieta mediterránea rica en frutas, verduras, cereales, pescado y aceite de oliva, estarás equipada hasta las cejas contra la alergia.
Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3 y su alto poder anti-inflamatorio ayudan a mejorar el asma y la piel irritada. Estos ácidos grasos los encontrarás en pescados como el salmón o el atún. En el mundo vegetal, el Omega-3 podrás incluirlo en tu dieta a través de las semillas o el aceite de lino, las de chía, la quinoa, las nueces, avena, aceite de cánola o de soja.
Función antioxidante a pleno rendimiento
Alimentos como las cebollas, los pimientos, el brócoli, las uvas, las frutas del bosque o el perejil se convierten en imprescindibles en esta época del año. Su función antioxidante actúa como antihistamínico natural y precisamente estos alimentos son ricos en quercetina, un flavonol que se convierte en la mejor arma antioxidante para este momento.
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