Para empezar debes cortártelo cada dos meses, al menos las puntas, para sanearlo, optar por los baños vegetales libres de amoníaco, como Inoa, de L'Oréal, una coloración semipermanente que cubre muy bien las canas y es más saludable para el cabello que las mechas o los tintes y apostar por productos de higiene capilar lo más naturales posibles. Prueba Pureology -fórmulas ultra-concentradas, sin sulfatos, que garantizan una mayor duración del color-.

Y si el bolsillo te lo permite podrías regalarle a tu cabello un tratamiento de choque -alrededor de 180 €-. Te recomiendo el tratamiento de queratina sin formol -no conlleva riesgo alguno para el pelo-, de David Lorente (Madrid, tel. 913 08 28 44), el favorito de Eugenia Silva. Básicamente consiste en una inyección de queratina -proteína de la juventud-, que aporta elasticidad al cabello, recupera su fuerza y color, y lo engrosa dejándolo esponjoso y natural. Además, se puede aplicar en todo tipo de cabellos, independienemente de los procesos químicos a los que haya sido sometido: tintes, mechas o permanentes.