Dos de los activos que más luminosidad aportan a la piel son la vitamina C y el Retinol, asegura Mª José Moreno, técnica de María Galland (www.maria-galland.es). Utiliza la primera por el día, y a una concentración de entre el 10 y el 15%, y el segundo, por la noche, y como puede ser irritativo, tienes que utilizarlo a pequeñas concentraciones al principio, como el 0,05%, y luego ir subiendo.

Eso sí, después de utilizarlo es muy importante que al día siguiente utilices protección solar alta –SPF50-, para evitar que te salgan manchas. “Otros activos menos comunes que iluminan el rostro son el oro, que además reafirma la piel, y la plata, también astringente y antibacteriana”, añade Moreno.