Las brochas esenciales para nuestro rostro son sólo dos, según Noelia Fuentes, make up artist de Maquillalia (www.maquillalia.com). “Una para aplicarnos polvos traslúcidos y evitar que nos salgan brillos durante el día. Esta misma también nos sirve para aplicarnos polvos de sol si quisiéramos. Debe ser una brocha grande con el pelo suave y no muy prensada, para que la aplicación sea ligera como una caricia”, advierte. Y otra para el colorete. “Lo más adecuado sería una brocha también de pelo suelto pero de menor tamaño”, aclara.

Y como brocha opcional, podríamos tener una plana de unos 3cm con la que aplicaríamos la base de maquillaje sin necesidad de manchar nuestras manos. En cuanto a los pinceles, “uno plano de 1cm, más o menos, para aplicar las sombras con pequeños toques que es como quedan más intensificados los colores. Los pinceles planos también son perfectos para difuminar las sombras o nuestro eyeliner. Y con un pincel de difuminar, suelen ser redondos y de pelo más suelto, también podemos aplicar sombra iluminadora en el arco de la ceja”, aconseja.

Por último: un goupillón -espiral de pelo sintético- para peinar nuestras cejas y quitar los posibles grumitos de la máscara de pestañas. Y un pincel de labios, que nos asegura un acabado perfecto y consigue que nos dure más tiempo el color.