Aparecen por dos motivos: la naturaleza de hacernos mayores (al final todo el mundo en su vejez tiene algunas), o por genética; invadiendo el pelo incluso en la niñez.

Aunque los hombres llevan mejor eso de ser un 'madurito canoso', tampoco les hace demasiada gracia, como a nosotras.

La causa de estos molestos pelos blancos es la gran concentración de peróxido de hidrógeno (un oxigenante que blanquea; presente en lejías, detergentes y blanqueadores dentales) que se acumula en el folículo piloso y produce esta decoloración del cabello.

Investigadores la Universidad de Bradford y de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz han descubierto que esos niveles de peróxido pueden descomponerse en agua y oxígeno por la catalasa, una enzima antioxidante que puede adquirirse comiendo ciertos alimentos y evitando así la formación de canas.

Pero, ¿dónde podemos encontrar catalasa?

Se encuentra en la mayoría de vegetales, pero el aguacate y la patata ganan por goleada. Casi todas las frutas también contienen esta enzima, pero siempre si se comen frescas. Brotes como el trigo y la cebada también, crudas mejor, aunque son más difíciles de comer. Y por último el hígado de ternera en cantidades muy moderadas, ya que cuenta una gran cantidad de grasas trans y colesterol.