Según María Castán, experta científica de Wella Professionals (www.wella.es), con el calor localizado de la plancha o del secador, si no se utiliza correctamente y se llega a temperaturas extremas, el cabello se daña y reseca. "Una temperatura centralizada muy alta, sin ninguna duda daña el cabello, lo reseca e incluso puede crear “ampollas” en la cutícula; exactamente lo mismo que ves en la piel cuando se quema.

Desde un punto de vista científico, siempre recomendamos un producto que proteja contra el exceso de temperatura. Lo que llamamos “productos de protección térmica”, como Thermal Image, de Wella Professionals. Gracias a un método del laboratorio llamado “Thermal Imaging” o “imagen térmica”, podemos medir y visualizar la temperatura del cabello. Los datos nos dicen que si protegemos el cabello con productos de protección térmica podemos reducir la temperatura media del cabello unos 30°C".