El consejo número uno es aclarase bien el pelo bajo la ducha. Al menos durante unos minutos para eliminar los restos de cloro. Y después hay que lavarse el pelo con productos que contenga ingredientes capaces de retirar los metales pesados que provocan los reflejos verdosos en el cabello. Porque el culpable no es solo el cloro, sino todos los metales oxidables presentes en los productos de limpieza de las piscinas, como, por ejemplo, el cobre. Estos metales dejan un tono verdoso que se vuelve evidente en los cabellos más claros.

Precisamente, después de largas investigaciones, los científicos de Pantene (www.pantene.com/es-es) han detectado que los minerales presentes en el agua –cloro, magnesio, flúor, cobre-, causan daño oxidativo en el cabello, rompiendo los enlaces de la proteína en el núcleo del pelo –producen porosis proteínica-. Y este daño hace que el cabello se vaya debilitando y sea más propenso a la rotura, el encrespamiento, las puntas abiertas y el  cambio de color. Pues bien, este descubrimiento ha llevado a la firma a reformular por completo sus champús –excepto el anti-caspa-, que ahora incorporan una nueva Tecnología Antioxidante Bloqueadora de Daños EDDS, que permite que los minerales perjudiciales que se encuentra en el agua –fundamentalmente el cobre- puedan ser bloqueados, evitando el daño oxidativo. Prueba con la línea Repara y Protege. Tienes champú, acondicionador, sérum intensivo, aceite seco, mascarilla y ampollas rescate 1 minuto.