El sueño de Giorgio Armani se ha hecho realidad: crear un hotel en Milán, la
ciudad que lo “recibió tan bien”, como él repite a menudo, y que representa fielmente su estilo elegante y esencial reconocido en el mundo de la moda y el diseño como único y especial.
¿Cuál es la filosofía del proyecto del hotel?
La misma que aplico a la moda. Hablar de belleza y simplicidad parece obvio, pero un hotel, al igual que un vestido, debe ser bello, porque tiene que impactar pero por encima de todo debe ser funcional, sin excesos, un lugar donde realmente puedas sentirte cómodo.
¿Qué hace especial a su hotel?
Es muy intimista, al estilo milanés. Cuando entras al hotel desde Via Manzoni, te reciben como si estuvieras entrando en una residencia privada,te acompañan al ascensor y te llevan al piso 7 desde donde puedes disfrutar de unas vistas realmente espectaculares de Milán.
¿Qué les sorprenderá más a los huéspedes?
Ver mis diseños de moda, y no en un
escaparate sino dentro del palazzo.
¿Qué diferencias existen si lo
comparamos con su hotel de Dubai?
El contexto. En Milán el hotel ha sido construido
en un edificio de estilo racionalista, con una historia arquitectónica que debía ser respetada
y un deseo de enfatizar el lujo, que yo
identifico con un estilo simple, refinado, sin ostentaciones. En Dubai está ubicado en una construcción altísima, de arquitectura agresiva; la torre más alta del mundo en una ciudad
en crecimiento vertiginoso que atrae a una clientela global. Me encantaría que a mi hotel de Milán, al restaurante, al bar, al spa, acudiesen
también los milaneses que tienen nostalgia
de lugares y ambientes de cierta elegancia.
¿En qué pequeños detalles se descubre
la hospitalidadal estilo Armani?
En la estética confortable, la armonía de colores y materiales, el gusto por el orden,
la amplitud y, sobre todo, en la atención
a las peticiones de los huéspedes.