Estamos en la antesala del “gran viaje”. Normalmente es un viaje mental más que físico, aunque en algunas ocasiones se llega a la perfección aunando los dos viajes. Cuando esto sucede, podemos llegar a un espacio cercano al éxtasis, que es el objetivo a alcanzar, fundamental e imprescindible.

Éste es un viaje necesario en el que la intención del viajero es la de perderse para volver a encontrarse. Es muy diferente a los del resto del año y, desde el minuto uno, suceden cosas inexplicables, como que uno parece que pesa mucho menos y que casi flota. El tiempo se hace extraño y, al principio no lo controlamos. Luego, lo empezamos a sentir de otra manera hasta encontrar el sentido de las cosas y de los tiempos eternos que ya se estaban, un año más, casi olvidados. Es entonces cuando el viaje pasa a formar parte de lo realmente imprescindible y comienza a dibujar, a través de un lápiz imaginario, las líneas que nos definen y que a lo largo del año se han ido desdibujando. Respiramos profundamente y pensamos: “esto es lo que quiero ser para siempre. Esto es lo que soy”.

Nota: Para este viaje, te sugiero desconectar los equipos electrónicos porque pueden causar interferencias nada recomendables.

Ciuco Gutiérrez. Cantabria. 1956
Artista plástico. Director del Máster Internacional de Fotografía Conceptual de EFTI. (Madrid).
www.ciucogutierrez.com