Las familias DINKS (acrónimo de "Dual Income, No Kids") son aquellas que tienen dos ingresos en casa y no tienen ni hijos, ni planes de tenerlos. Aunque es un término nacido en los años 70 en Estados Unidos, es ahora cuando se está popularizando en España, donde las tasas de natalidad no paran de descender. Sin embargo, quienes no son madres por voluntad propia siguen siendo miradas en muchas ocasiones con cierta desconfianza, como si ser madre fuera el paso definitivo para alcanzar la madurez y el concepto de maternidad fuera una característica propia de la mujer.

“Todavía me divierte el asombro que producen las palabras «no quiero»"

En ‘No quiero ser mamá, la ilustradora Irene Olmo se planea cuestiones como las de por qué, sin ser madre, no puede opinar sobre la maternidad, los motivos por los que la decisión de la maternidad excluye a supareja o por qué a los hombres no les afecta del mismo modo este estereotipo. “Todavía me divierte el asombro que producen las palabras «no quiero». Hay quienes elaboran un consuelo. Mi caso es más simple: no quiero, nunca quise, no tengo ganas, ni siquiera pienso en eso todos los días. Ni siquiera pienso en eso todos los años”, escribe en ‘Mejor que nunca’ Mariola Cubells al recordar las palabras de la periodista y escritora Leila Guerreiro. En el libro, Cubells habla de cómo su generación fue la primera en decidir si ser o no madre, ahondando así en la realidad de que ser madre, lejos de ser una imposición, es una opción.

"¿Para qué van a quedar con un hombre que quiere ser padre si no quieren ser madres?"

La maternidad es un asunto importante al adentrarnos al mundo del dating, por lo que cuando no se quiere ser madre, este es un tema a tener en cuenta desde el comienzo. Lo cierto es que las aplicaciones para encontrar pareja cuentan con la opción de aclararlo desde un primer momento, pero quienes deciden no tener hijos se encuentran con recurrentes conversaciones incómodas al sacar el tema no sólo en su círculo íntimo, sino cuando una cita habla de niños. Cuando no se quiere ser madre, ¿en qué momento hay que sacar el tema? “Siempre recomiendo afrontarlo lo antes posible. Hay dos perfiles. El primero es el confrontativo, al que corresponden muchas de mis pacientes. Antes de quedar con alguien a quien han conocido a través de una aplicación, sacan el tema, porque si es un aspecto no negociable para ellas. ¿Para qué van a quedar con un hombre que quiere ser padre si no quieren ser madres? Cuanto antes se trate, mejor. Precisamente hoy he tenido un caso de una paciente que tiene 38 años y que ha invertido cuatro años en una relación con un señor que jamás ha querido ser padre. Tenemos mucho pudor de hablar de lo importante. El segundo perfil es el conservador, que prefiere sacar el tema más adelante”, explica Lara Ferreiro, autora de ‘Adicta a un gilipollas’.

sin hijos
Courtesy of HBO Max
No tener hijos

“La gente no cambia por amor, es una creencia tóxica. Confiar en esas esperanzas de maternidad y paternidad es peligroso. Es algo muy arraigado, porque nos han educado haciéndonos creer que nuestra expectativa ha de ser la de tener hijos, como si ser madre fuera el ciclo natural de una mujer. Hay un estigma social que se asocia a la realización personal de las mujeres vinculadas a la maternidad. Es importante no proyectar tus deseos en la pareja: si te dicen que no quieren ser madres, no lo van a ser”, advierte la psicóloga de la app de citas de Badoo.

“Si no quiero ser madre y estoy con alguien que quiere formar una familia, hay que cortar"

No duda en señalar que los motivos principales por los que se producen las rupturas amorosas son dos. El primero, la infidelidad. El segundo, la incompatibilidad de un futuro vital. “Si no quiero ser madre y estoy con alguien que quiere formar una familia, hay que cortar. Hay problemas irresolubles que forman parte de las circunstancias de vida que te impiden estar con una persona, y por eso es muy importante hacer el casting del amor. Aunque durante los primeros seis meses hasta el año nos asalta la ceguera amorosa, es esencial hacer una selección, y por eso hay que saber si la otra persoma quiere o no tener hijos y si quiere o no casarse. La gente no cambia. No hay que ceder a las presiones de los demás. Lo mejor es que al comienzo se haga la intervención y si no se coincide en un aspecto tan vital, lo mejor es no conocer al otro más, porque luego se sufre mucho. Es importante no criticarte si no quieres ser madre y huir de enfrentamientos, porque es una elección igualmente válida. Hay que buscar perfiles compatibles”, dice la psicóloga.

Otro aspecto a tener en cuenta si no quieres tener hijos es el de si salir o no con alguien que los tiene. La sexóloga y terapeuta de parejas Mariona Gabarra cree que no es una idea descabellada. “Puedes no querer ser madre por muchos motivos, pero tal vez no te importe estar con alguien que ya es padre, porque ha desarrollado ciertas habilidades y unos valores concretos. Lo que hay que tener en cuenta es que muchas mujeres empiezan a salir con un hombre con hijos creyendo que no les va a afectar y terminan viendo a sus hijos como propios”, señala.

Asegura que es fundamental hablar y valorar, en cualquier caso, si ambas partes pueden llegar a un acuerdo, dentro del cual no cabe desde luego la idea de ser madre o padre si una de las partes no quiere. “No sería la primera vez que vemos parejas en terapia que para resolver aspectos de su relación, deciden ser padres, y es algo que no funciona. Ha de ser algo instintivo. Cuando tenemos una relación es esencial poner límites, y eso es lo más complicado. Hay que plantearse qué tres aspectos son límites para nosotros, y uno de ellos es la maternidad”, dice la asesora de Gleeden.

"Es fundamental no proyectar tus deseos en la pareja"

Lo fundamental, por lo tanto, es una vez más conversar y recordar que la idea de que la gente cambia por amor es tan falsa como tóxica. Creer que el otro va a cambiar de parecer es peligroso y construye un camino directo hacia la frustración. Es fundamental, además, no proyectar tus deseos en la pareja. Es también importante no caer en la tentación de tildarnos de egoístas si no queremos ser madres y recordar que aunque sea complicado frenar una relación que nos llena, si los planes del otro son opuestos a los nuestros, lo mejor es parar cuanto antes para evitar perder el tiempo y hacernos más daño a largo plazo. En resumidas cuentas, lo esencial es normalizar la no maternidad, librarnos de prejuicios y para no variar, de la maldita culpa.