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Comenzamos el texto con la frase más refrescante y positiva posible, que por si fuera poco, no es mentira para la mayoría: ¡se acercan las vacaciones! A la hora de elegir el destino predilecto, año tras año aparece siempre la posibilidad de pasar unos días de descanso (¡o de aventura!) en una isla, el lugar elegido por disfrutones, por sibaritas e incluso por los que buscan el amor… ¿O acaso no te has dado cuenta de que tantos programas de búsqueda de pareja tienen lugar en una isla? “Se trata de crear un universo alternativo, donde cualquier cosa puede suceder, o más precisamente, donde puede suceder un conjunto muy específico de cosas que los productores quieren que suceda. Incluso si los concursantes no están en una isla físicamente, a menudo lo están en sentido figurado”, explica el comentarista de realities televisivos a ‘The Guardian’ sobre el porqué de la pasión por este tipo de shows con las islas. En España, sin ir más lejos, ‘La isla de las tentaciones’ se graba en la península de Samaná, al norte de la República Dominicana ·
Por qué las islas son un imán hedónico
Por eso la primera pregunta es qué demonios nos pasa con la magia isleña. “Vivimos en la edad de las islas. Se están construyendo islas a una escala y en unas cantidades nunca vistas hasta ahora. Pero también hay islas que desaparecen, sumergidas en la subida del nivel de los mares y disgregadas en archipiélagos. Lo que está pasando con las islas es uno de los grandes dramas de nuestro tiempo y se está dando en todas partes por igual: las islas emergen de las aguas o desaparecen bajo ellas tanto en el Pacífico Sur como en el Atlántico Norte. Es un ritmo extraño, hipnótico y al mismo tiempo aterrador: natural y antinatura. Y nuestras esperanzas y ansiedades se resienten de ello: el ascenso y caída de las islas es un fenómeno que nos afecta íntimamente, además de un espectáculo planetario”, escribe Alastair Bonnett en ‘El mapa de las islas’.
“Las nuevas islas son escenario de historias llenas de dramatismo, espacios donde habitan el consumismo desbocado y las esperanzas más descabelladas, pero también el desespero y el temor. Son perfectas, y por algún motivo que llevamos muy dentro, el mero hecho de estar en ellas nos provoca una intensa satisfacción. Y sin embargo, en casi todas las islas que he visitado, la gente siempre busca el horizonte con un gesto para indicarme que hay otra isla mucho mejor que debería visitar. El paraíso, no muy lejos, pero siempre un poquito más allá”, asegura el geógrafo y divulgador.
"Padezco el síndrome de la isla en plena meseta, y eso a pesar de haber vivido en una isla de verdad hace tiempo. Su atractivo principal, antes de la tormenta de chanclas y fiestas, era el silencio. "Shhh, it's the island", decían los carteles del ferri indispensable para llegar a ella, y también los de la oficina de turismo. No mentían, lo raro era escuchar algo". Con estas palabras comienza 'Gozo', de Zahara Alonso. "Es difícil contar cómo se vive.allí, mimetizar las palabras con su calma. En la ciudad grande soy eficiente, el estrés resulta ameno (ya se sabe lo que se elige entre el dolor y la nada). En la isla, en cambio, vivía de mirar el cielo, que era más grande que en cualquier otro lugar. Un reflejo azul porque, de tan pequeña, la isla es casi agua", escribe la autora.
Qué hace del turismo en las islas un turismo diferente
El turismo intenta fomentar la atracción isleña respetando su autenticidad, y por eso grupos como Barceló Hotel Group son conscientes de la influencia que tiene su actividad en los destinos en los que operan, por lo que siempre muestran su nuestro compromiso a la hora de generar relaciones efectivas y activas en las comunidades locales. “Por ello, con el nuevo hotel Barceló Funchal Oldtown, en Madeira, queremos impulsar el desarrollo local y atender a las necesidades específicas de cada lugar, logrando generar un impacto positivo en la sociedad. Apostamos por el crecimiento y el desarrollo de la isla de Madeira a través del turismo que ofertamos desde el hotel y nuestra plataforma digital Barceló Experiences, donde ofreceremos a nuestros huéspedes planes, itinerarios y experiencias en Madeira según sus preferencias, con un cuidado al detalle único gracias a que contamos con guías creadas por expertos madeirenses y proveedores locales, como tours, visitas u otras actividades, poniendo en valor el patrimonio cultural y natural de la isla”, explica Antonio Bauzá, Director de Marketing y Comunicación para EMEA de Barceló Hotel Group.
Madeira se ha convertido en una isla cada vez más atractiva para los millennials, que han encontrado en ese paraíso rejuvenecido un sinfín de actividades, playas y paisajes con los que evadirse y disfrutar. Pero hablar de islas sin mencionar Canarias resulta casi imposible, y por ello es vital encontrar lugares que luchen contra la explotación a la que la isla es sometida. “Canarias es un destino privilegiado por diversos factores. En primer lugar, en las conocidas como “las islas afortunadas” se disfruta de un clima primaveral durante todo el año con temperaturas suaves alrededor de los 22 grados de media anual, que permiten la práctica de todo tipo de deportes, actividades al aire libre, etcétera. La alegría y carácter hospitalario propios de sus gentes hacen que este destino se disfrute aún más si cabe”, señala Iván Mesa, Director Residente de Innside Fuerteventura & Meliá Fuerteventura.
Y qué decir de Menorca, ese paraíso en el que ya no sólo disfrutar de sus playas y de su gastronomía, sino de festivales premium que respetan la sostenibilidad y que hacen de la cultura su aliciente. La segunda edición de Lazareto Gastro & Music Festival tiene como pilar fundamental la sostenibilidad, y es por ello que durante todo su desarrollo disminuirá el impacto medioambiental. Se celebra en el recinto de San Felipe, situado en un increíble acantilado sobre el mar en la bocana del puerto de Mahon, declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de una de tierra rodeada de historia por albergar las ruinas del antiguo Castillo de San Felipe.
Siguiendo la seda sostenible, nos encontramos en Menorca con Gran Meliá Villa Le Blanc, el primer hotel con “Emisiones netas cero” o “neutro en Carbono” de la isla. Como curiosidad… ¿Sabes quién estuvo recientemente cenando en S’Amarador Villa Le Blanc, su exquisito restaurante? La mismísima Valentina Ferragni, que quedó maravillada ante el privilegiado enclave, en primera línea de mar, con acceso directo a la playa de Santo Tomás desde el jardín.
Volvamos un segundo al embrujo de las islas no sólo en la aventura por encontrar el amor, sino en la ficción. ¿Acaso no es una de las protagonistas de ‘Glass Onion’ la espectacular isla inventada Pisceshite, en el mar Jónico? En realidad, la casa se integró en el paisaje de la playa de Korakia mediante efectos digitales, pero queda claro que nada como un espacio alejado para resolver un buen misterio. Sin embargo, esas islas apartadas y paradisiacas no son, por supuesto, baratas, y disfrutar de una isla en una villa televisiva, como puede Villa Playa, que en realidad se llama Casa Playa y que es uno de los escenarios de la 'Isla de las Tentaciones', cuesta en temporada alta 4.200 euros por fin de semana.
Cómo huir de la masificación
Ahora que hablamos de cifras, es imposible no hacernos también una pregunta. ¿Qué claves ha de tener un hotel para que ese turismo sea diferente y exquisito, más allá del tradicional, que aboga por la masificación y la gentrificación? “En el caso de Barceló Funchal Oldtown nos encontramos ante un hotel que disfruta de una ubicación inmejorable en el centro histórico de Funchal, en su principal calle comercial, lo que lo convierte en un alojamiento idóneo para conocer las mejores atracciones de la ciudad a pie. El edificio marca una gran diferencia en relación a la competencia, ya que, a diferencia de otros proyectos construidos desde cero, hemos apostado por la rehabilitación de una construcción emblemática de la ciudad; un complejo de edificios históricos del siglo XVII, rediseñados a través de un complejo proyecto de urbanismo que ha permitido respetar y conservar sus fachadas y forjados interiores originales y fusionar su carácter histórico con un diseño de vanguardia", explica Antonio Bauzá, que aboga por alejarse de las masificaciones y la gentrificación características de otras capitales europeas.
Por su parte Iván Mesa señala que la clave radica en la diferenciación en el producto, que asegura es el secreto de que la experiencia sea única y especial. “En el caso de Meliá Innside Fuerteventura, la ubicación es espectacular: se encuentra en un entorno privilegiado, en plena playa de Sotavento, donde también se forma la espectacular laguna dependiente de las mareas. Este es el lugar spot conocido mundialmente por celebrarse el campeonato de Kite y Windsurf desde hace ya 34 años. Hablamos de un hotel lifestyle, donde se hace especial énfasis en el producto local. Además de tener distintos espacios gastronómicos, en los que ponemos en valor los ingredientes y recetas de las islas, también celebramos en el hotel de forma frecuente exposiciones con artistas majoreros", señala.
En un mundo digitalizado e hiperconectado, las islas funcionan como un viaje escapista en el que desconectar o al menos, en el caso de no parar de subir contenido, generar algo que nos encanta despertar: envidia. Además, hay quien ve las islas, al ofrecer esa sensación a aislamiento, como una suerte de Las Vegas: “Lo que pasa en la isla, se queda en la isla”. Y en tus fotos de Instagram, claro.
