La magia de las joyas está en la historia que hay detrás de cada pieza, en los recuerdos que nos evocan, normalmente vinculados a una época o un hito importante de nuestras vidas. Un anillo de compromiso, la alianza de boda, o como en muchos casos desde la más tierna infancia con las clásicas medallas y pulseras de oro como regalo familiar, suponen el inicio de la mayoría de las colecciones de joyas particulares. Si has tenido la gran suerte de heredar alguna pieza de tu abuela o algún familiar, como una sortija, un colgante o unos pendientes con gran significado emocional, adelante, éste puede ser el punto de partida definitivo.

¿Ha llegado para ti el momento de empezar o ampliar tu joyero con piezas especiales y que te duren para toda la vida? Al igual que un armario cápsula lleno de básicos atemporales y de calidad, tener un repertorio de joyas, más allá de las tendencias en joyas, es otra de las apuestas que puedes hacer para elevar tu estilo diario a lo más alto. Y para poder comenzar tu colección, hay que saber qué tipos de piezas son esenciales, qué materiales debes escoger para garantizar su durabilidad a través de los años, así como qué estilos de joyas clásicas transcienden mejor las tendencias y se adaptan mejor a cualquier registro, ya sea casual o más elegante.

Comenzar un joyero: las piezas que no pueden faltar

Muchos expertos joyeros, estilistas y marcas españolas de alta joyería coinciden en que, para iniciarte a la hora de montarte tu fondo de joyero, son cinco las joyas que debes guardar con el fin de abordar de manera impecable la mayoría de los estilismos, temporada tras temporada:

Unos pendientes pequeños o tipo dormilonas

cómo comenzar una colección de joyas
@martalozanop//Instagram

Probablemente una de las piezas más clásicas y atemporales que puedes añadir a tu joyero. En oro amarillo u oro blanco, o si quieres invertir en algo más especial y elegante, las dormilonas de diamantes son atemporales y discretas, pero consiguen hacer brillar cualquier look. Son tus mejores aliados para los días más relajados porque logran seguir manteniendo un efecto sencillo sin dejar de resultar impecable y con el punto justo de fulgor.

Mumit Pendientes con diamantes naturales en oro blanco de 18 Kt

Pendientes con diamantes naturales en oro blanco de 18 Kt

Mumit Pendientes con diamantes naturales en oro blanco de 18 Kt

239 € en mumit.com

Un colgante de oro

Acompañado de una cadena lo más fina posible para que casi se funda con tu piel, un colgante de oro, a poder ser redondo, es uno de los básicos de joyero que sigue siendo tendencia, temporada tras temporada.

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Con motivos religiosos o con tu nombre/inicial/signo del zodiaco grabado, las medallas siempre permanecerán vigentes, pero si no te convence este diseño tradicional, siempre puedes tirar de diseños con piedras engarzadas: un rubí, una esmeralda, un zafiro, una amatista o diamante natural, poniendo una nota de color increíble a la zona de tu escote. Lo mejor es invertir en una cadena de oro simple en la que puedas alternar y combinar a la vez varios colgantes y crear así diferentes estilos y looks.

Tous Colgante medalla de oro 18 Kt

Colgante medalla de oro 18 Kt

Tous Colgante medalla de oro 18 Kt

Un anillo fino con brillantes

Más allá del anillo de compromiso, puedes regalarte a ti misma una sortija tipo solitario o cinquillo, tresillo (cinco, tres diamantes) o de talla marquesa, baguette o roseta. Incluso puedes tener la suerte de heredar de tu abuela o algún familiar una pieza impresionante, como por ejemplo una sortija vintage o de estilo art decó, cuya estética combinando brillantes y otras piedras, vuelve a estar de moda, así que no dudes en añadirla a tu colección particular.

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Jeremy Moeller//Getty Images

¿Una tendencia que puedes interpretar en materia de anillos? La de los anillos apilables o combinables es una de las tendencias más populares en la últimas temporadas y en la que por sí solos son anillos sencillos y bonitos (normalmente con incrustaciones y piedras de pequeño tamaño), pero cuando se unen, consiguen crear una joya espectacular. Además, puedes elegir usarlos todos en un dedo o en diferentes dedos, teniendo así diferentes posibilidades de estilo, una para cada día.

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Aristocrazy Anillo de oro y diamantes de 0,13 kt

Anillo de oro y diamantes de 0,13 kt

Aristocrazy Anillo de oro y diamantes de 0,13 kt

Foundrae Anillo de oro 18 Kt y diamante

Anillo de oro 18 Kt y diamante

Foundrae Anillo de oro 18 Kt y diamante

Sortija Pavé de Esmeralda y Diamantes 0,56 Cts. en Oro Blanco de 18 Kt

Sortija Pavé de Esmeralda y Diamantes 0,56 Cts. en Oro Blanco de 18 Kt

Sortija Pavé de Esmeralda y Diamantes 0,56 Cts. en Oro Blanco de 18 Kt

Unos pendientes de aro

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Nunca pasan de moda y son los preferidos de celebrities y prescriptoras de moda. Te recomendamos tener en tu joyero unos aros de tamaño mediano o pequeño para el día a día (en oro sencillo o quizás algo más elaborados) y para ocasiones nocturnas o más elegantes, una versión más grande y gruesa. Además de los diseños lisos en oro, nos encantan los aros engastados con brillantes, que igualmente combinarán con todas las prendas de tu guardarropa.

Mumit Pendientes Slice de Diamantes en Oro Amarillo de 18 Kt

Pendientes Slice de Diamantes en Oro Amarillo de 18 Kt

Mumit Pendientes Slice de Diamantes en Oro Amarillo de 18 Kt

Un brazalete fino de brillantes

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Con o sin brillantes, contar en el joyero con un brazalete o pulsera es una de las mejores inversiones. El efecto sobre tu muñeca, ya sea sobre looks casual con vaqueros y sneakers o sobre estilismos más sofisticados con vestidos de cocktail o lenceros, es escandalosamente perfecto. Prueba con un diseño en oro blanco y con diamantes engastados, para conseguir un fondo de joyero atemporal y elegante, sin importar el paso del tiempo.

Blanca Jewels Brazalete oro 18 kt y diamantes naturales

Brazalete oro 18 kt y diamantes naturales

Blanca Jewels Brazalete oro 18 kt y diamantes naturales

Tips para elegir bien tus joyas

Que los baños de oro y metal no te confundan. Las joyas de buena calidad y que realmente perduran en el tiempo siempre están realizadas en oro de 18 quilates (la proporción de oro que tiene), como bien apunta Carolina Herrada, PR de Mumit Joyas: “Nosotros en Mumit u otras marcas de alta joyería como Rabat, Suárez, Bulgari, Tiffanys o Cartier solamente trabajamos esa calidad de oro. Es muy importante distinguir entre una joya que es de oro de 18 quilates y lo que es una joya que está bañada en oro de 18 quilates. La segunda no es una buena opción, ya que la joya no perdurará en el tiempo al ser simplemente un metal bañado en oro”. Las piezas de bisutería que han sido bañadas o chapadas en oro además pueden causarte alergias, se pueden deformar con facilidad, tender a sufrir roturas o a desgastarse y que se marquen los golpes propios del uso.

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Oro blanco y platino, especialmente este último que vuelve con mucha fuerza, son otros materiales nobles que puedes tener en cuenta a la hora de escoger tu joya: en las piezas de oro blanco, la aleación siempre debe ser de paladio o platino, nunca de ligas, ya que el oro aleado con ligas (metales sin coste económico) dará forma a una pieza quebradiza. Y las joyas elaboradas con platino, al igual que las de oro, como señalan en Blanca Jewels, suelen llevar un sello que indica su pureza: en esta firma de joyas de Barcelona trabajan con Platino 950, significando que el 95% del metal es platino puro y el 5% una aleación de otros metales.

Si te decides por alguna pieza especial hecha de platino, debes saber que estás ante uno de los metales más dúctiles y maleables, que destaca además por su fuerza y resistencia a la hora de construir engastes perfectos y ligeros, sin riesgos para las piedras preciosas. Además, como no recibe ningún baño o tratamiento especial, tus joyas de platino no necesitan ningún mantenimiento. Todo ventajas ¿verdad?

Joyas con diamantes

Si decides invertir en diamantes, tienes que tener en cuenta algunas claves relacionadas con su procedencia, pues los diamantes naturales son los que realmente tienen valor en el mercado, frente a los diamantes artificiales o de laboratorio (lab-grown diamonds) que muchas marcas están produciendo en masa y vendiendo a precio muy elevado como si fueran algo único. ¿Cómo saber si los diamantes de la joya que te gusta son naturales y de buena calidad? En primer lugar, hay que evaluar las populares cuatro C’s de los diamantes (clarity o pureza, color, cut o talla y carat o quilates) son el indicador específico que determinan su calidad:

  • Clarity o pureza: Teniendo presente que un diamante de pureza o claridad perfecta es muy raro de encontrar, cuanto más puro y limpio sea un diamante tallado, más brillo y luz refleja, por tanto, más valioso y escaso resulta. Por ejemplo, los ejemplares que cuentan con una pureza extraordinaria igual o superior a VS1, garantizan así su brillo y belleza.
  • Color: También es un factor que determina el valor y belleza de un diamante tallado. Cuanto más blanco (transparente), más único y bonito, y en función del sistema alfabético (sistema del Instituto Gemológico Americano) empezando por la letra D, que significa que es el tono más transparente, el más raro de encontrar y el de mayor valor. La letra Z calificaría los diamantes de peor calidad, de color amarillo o marrón.
  • Cut (talla): Cuando hablamos del corte o tallaje del diamante, se valoran sus proporciones y la simetría independientemente de su forma. Los diamantes conllevan un trabajo artesanal muy delicado y minucioso con el fin de que las proporciones del ejemplar sean las más idóneas para reflejar la belleza del diamante al máximo. Por ello, un diamante de talla perfecta consigue que la mayoría de luz que entra salga reflejada.
  • Carat: Es nada más y nada menos que el peso del diamante, que se mide y expresa en quilates (ct), por lo que cuanto más grande sea el diamante más valor tiene, ya que las piedras grandes son más escasas y es más difícil que cristalicen en tamaños mayores. Si quieres saber el valor de un diamante, solo tienes que multiplicar su peso por el precio del quilate, aunque varía en función del resto de características y a medida que aumenta el tamaño de la piedra.
cómo comenzar una colección de joyas
Jeremy Moeller//Getty Images

Por otro lado, es conveniente saber qué hay detrás de la recolección de un diamante en bruto. Comprobar si efectivamente hay un proceso legal y transparente podrás hacerlo a través del Sistema de Certificación del Proceso de Kimberley, que garantiza que los diamantes que adquieres no proceden de países o zonas de conflicto bélico, los llamados "diamantes de sangre", pudiendo solicitar a la marca o vendedor la información sobre el origen de tus diamantes, así como exigir la cláusula de garantías en la factura.

Joyas de precio justo

¿Es el precio otro factor indicador de la calidad de la joya? En esto, la joyería y taller Oriol Agorreta de Barcelona responde que en parte sí y en parte no. Teniendo en cuenta que los metales utilizados en joyería y piedras preciosas tienen un precio de cotización internacional del que parten todas las marcas y talleres de joyería, Agorreta apunta en su blog que esto “nos indica que hay un rango de precios indicado como normal, en el que se suman las horas de trabajo para crear las joyas, por lo que una marca de joyería de calidad tendrá un precio medio justo en sus joyas”.

cómo comenzar una colección de joyas
© Joyería Mumit

Así, el joyero barcelonés aconseja que hay que desconfiar tanto de las joyerías que ofrecen precios excesivamente económicos (las cuales puede que ofrezcan artículos de plata con un baño fino de oro, que incluyan diamantes sintéticos o que estén realizados en cadenas de producción en las que las condiciones de trabajo no son legales), como las que tienen precios demasiado elevados, los cuales pueden inflarse por el nombre de la marca, pero también porque sus joyas se produzcan con métodos industriales con el mínimo coste, como la microfusión, que conlleva la generación de poros en el metal con el consiguiente desgaste y posible rotura de la joya. No te dejes deslumbrar tanto por un extremo como por otro, una joya de calidad tendrá un precio medio justo, directamente proporcional a la calidad que la envuelva.