Cuando Carine Roitfeld recorrió las semanas de la moda sin bolso, el mundo de las tendencias contuvo la respiración. ¿Por qué una de las figuras más relevantes de la industria había decidido prescindir de su 'it bag'? La vida 'no-bag' es una rareza que pocas marcas osan poner en marcha en sus desfiles, con notables excepciones como la de Rei Kawakubo para Comme des Garcons. Hablamos de una fórmula que cuando ha sido puesta en práctica por Anna Wintour, ha llevado implícito un mensaje: que es tan poderosa que no necesita llevar bolsos, porque tiene tras ella un equipo que pone a su disposición todo lo que necesita. Así fue cómo el 'cult bag' se tambaleó por primera vez: al descubrirse que quien de verdad es poderoso no necesita un bolso de medio millón de euros. ¿La razón? No existe mejor accesorio que el poder.

Hablamos de una era en la que los bolsos 'must' no eran solo el símbolo de estatus definitivo, sino también los encargados de mandarle al mundo el mensaje de que quien lo lleva estaba al tanto de las tendencias. La etapa 'no-bags' vino por tanto a echar frenar a una fase en la que los bolsos tenían nombres propios, listas de espera de interminables y la capacidad de conferir de forma inmediata a quien disponía de ellos de un estatus superior, un fenómeno que se ensalzó a final de los 90 con el amor por el Baguette de Fendi, el Paddington de Chloe, el Motorcycle de Balenciaga y el Saddle de Dior. Lo sabemos: la fiebre nostálgica que ahora nos invade los ha rescatado del olvido, pero al hacerlo, les ha conferido un significado diferente. Aunque las tendencias de moda son cíclicas, no hemos de olvidar que funcionan como un espejo de la situación social del mundo.

El nuevo poder del 'cult bag'

el regreso del it bag
Edward Berthelot//Getty Images
Carine Roitfeld no cree en los bolsos de culto... Ni en los bolsos

NPD señalaba hace dos años que los consumidores ya no buscaban “solo” un bolso, sino soluciones. Las compras, por ello, conllevaban altas expectativas entre las que destacaban la versatilidad, la sostenibilidad y la relación de la marca con asuntos medioambientales y sociales. Hablamos del momento en el que el lujo se basaba en la experiencia y el bienestar, por lo que la ropa de entrenamiento y el calzado se convirtieron en los nuevos símbolos de estatus… Hasta ahora.

el regreso del it bag
Balenciaga
Kim Kardashian, imagen de Balenciaga
"Un 'it bag' funciona como un cartel de neón que le cuenta al mundo que quien lo posee, tiene dinero

Tanto el Saddle de Dior como el Motorcycle de Balenciaga regresan con fuerza, y no es casualidad que Kim Kardashian pose con este diseño (personalizado con sus siglas, eso sí) en la última campaña de su firma de cabecera. Precisamente este diseño es el que en ‘Inventing Anna’ ayuda a la estafadora a retirar dinero de la cuenta bancaria sin despertar sospechas. Cuando la mujer que atiende a sus peticiones duda (el look de la protagonista en ese momento delicado despertaría sospechas hasta al más despistado), ella se encarga de colocar de forma muy sutil su Motorcycle sobre el mostrador, una señal inequívoca de que se trata de una mujer pudiente. Muchos han hablado de cómo Anna tenía el bolso que ahora es el más deseado, pero nadie ha señalado cómo ese diseño fue clave para que ella siguiera adelante con sus planes. ¿Por qué? Porque un 'it bag' funciona como un cartel de neón que le cuenta al mundo que quien lo posee, tiene dinero. Lógicamente, Anna Delvey no abogaba por el lujo silencioso, ese que abrazan los verdaderamente adinerados y que se caracteriza por el desprecio de las ostentaciones, pero sí era consciente del poder de ese diseño. De hecho, precisamente lo que llama la atención del icónico bolso de Balenciaga es que al contrario de lo que ocurre con el resto de los miembros del club de los ‘it bags’, carece de logos y signos distintivos. Por eso es el rey del estatus IYKYK: 'If you know, you know', es decir, un accesorio que solo reconocen los que de verdad saben de moda. Nacido en 2001, ni siquiera sus creadores pensaron que fuera un diseño ganador. Tuvo que pedirle Kate Moss a Nicolas Ghesquière uno para que la firma se diera cuenta de que tenía entre manos una joya.

El 'it bag': más allá de la moda

"Un Birkin es una mejor inversión que cualquier obra de arte"

Los bolsos de marca son una señal inequívoca de que a alguien le va bien en la vida. Prueba de ello es Cristina Pedroche, pues en el momento en el que anunció que sus nuevos proyectos iban sobre ruedas, advertimos cómo en las imágenes que subía a sus redes lucía no solo diseños de Louis Vuitton y Prada, sino el símbolo definitivo del éxito financiero: el aclamado Birkin de Hermès. No sirve solo para demostrarle al mundo la prosperidad de tu cuenta corriente, sino para reactivarla en horas bajas. Cuando en ‘Real Housewives of Beverly Hills’ una de las participantes se ve envuelta en problemas económicos a causa de las deudas contraídas por su marido, explica con lástima a sus amigas que ha tenido que vender uno de sus Birkin, una señal más de por qué hablan de este diseño como de la mejor inversión del mundo. Así lo indica la plataforma de reventa de artículos de lujo Baghunter, que asegura que un Birkin es una mejor inversión que cualquier obra de arte.

"No sé si sabéis lo que supone tener un Birkin sin ser rica, pero genera una ansiedad increíble"

Este bolso se ha convertido en el que se compran los adinerados para celebran sus éxitos laborales (en el reality de Netflix ‘Selling Tampa’, cuando una agente inmobiliaria cierra un trato, se compra un modelo de un color que todavía no tiene en su colección), pero es también el regalo preferido de los millonarios para mostrar su afecto... Y quizás también su control. Cuando Julia Fox comenzó a salir con Ye, el rapero sorprendió al mundo (y a Julia, suponemos) al regalarle a su chica y a sus amigos cinco bolsos de Birkin para celebrar el trigésimo segundo cumpleaños de la actriz. Mientras que muchos acusaron a Ye de poner en marcha el conocido como 'love bombing', un comportamiento peligroso en el que alguien busca influir en su pareja o interés amoroso mediante acciones, regalos y gestos románticos exagerados (por ejemplo, lo que hacía 'El estafador de Tinder' a sus víctimas), Fox explicó a 'New York Times' que un regalo de tal calibre no es tan agradable como pudiera parecer. "No sé si sabéis lo que supone tener un Birkin sin ser rica, pero genera una ansiedad increíble. Te pasas el día chequeando que el bolso sigue así y que no le han salido alas de la nada. Es mucha presión", aseguró.

Ahora la actriz ya no está con Ye, pero su Birkin sí sigue a su lado, aunque no es la única que tiene un 'Yermès' (una vez más, nos disculpamos de antemano por el término recién inventado). El rapero sale en la actualidad con Chaney Jones, a la que acaba de regalar un exclusivo Birkin de Privé Porter que cuesta más de 250.000 euros. No olvidemos que a Kim Kardashian le dio en 2013 un Birkin customizado por el artista George Condo, que había ilustrado la portada del disco del rapero ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ tres años antes. Si The RealReal ha señalado que durante la pandemia la reventa de anillos de compromiso se han disparado a causa de las rupturas... ¿Asistiremos al nacimiento del Birkin 'post break-up'?

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Julia Fox y sus amigas con sus nuevos Birkin


Pero no solo son las fashionistas las que se hacen con bolsos de culto, sino que cada vez son más hombres los que se apuntan a esta exclusiva tendencia solo apta para unos pocos. Desde el boxeador Floyd Mayweather, que ya en 2015 presumía en sus redes sociales de no necesitar equipaje para viajar por tener en su lugar su Hermès de piel de cocodrilo, hasta Drake, que los colecciona, son muchos los que a calor del boom de la reventa de bolsos de marca, se han aficionado a comprarlos. Así lo señaló TheRealReal, que a comienzos del año pasado registró que los hombres están el doble de interesados que las mujeres en adquirir este tipo de bolsos.

"El Birkin no sirve solo para elevar, sino también, para igualar"
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’Nothing but thirty’


Lo curioso es que el lujo vende exclusividad, pero los Birkin de Hermès consiguen algo único: que pese a que haya una sala con mujeres con el mismo bolso, la que no lo tiene, lejos de ser alabada por llevar un bolso de lujo distinto, se sienta mal. El Birkin no sirve solo para elevar, sino también, para igualar. Así lo expone el reality chino ‘Nothing but Thirty’, en el que su protagonista, Yao Tong, acude a un evento con su Chanel 2.55 del año 2017. Las otras seis mujeres que acuden llevan diferentes Birkin de Hermès, y ella posa junto a ellas ante las cámaras ocultando su Chanel avergonzada. Tres días después, consigue su Birkin como llave para formar parte de ese círculo.

Por más que nos lleguen noticias de que las nuevas generaciones buscan bolsos que encierran una filosofía concreta, como el diseño de Telfar que tiene Alexandria-Ocasio Cortez y que es conocido como “el Birkin de Bushwick”, prueba de que la fuerza de los 'it bags' se mantiene viva es que hay quienes los usan como inversión de futuro, quienes presumen de un estilo de vida ficticio gracias a ellos o quienes demuestran su posición social y económica recurriendo a sus diseños. Lo que intenta hacer Ye al haber convertido los Birkin en el nuevo ramo de flores lo desconocemos, pero no seremos nosotros los que digamos no a un buen 'it bag'.