Tres palabras definen a este alquimista: poder, talento y dinero. Las personas nacidas con el número ocho tienen como misión de vida manifestar sus potencialidades, quitarse el miedo a ser ambiciosas y ser conscientes de la importancia de realizarse en las áreas profesional y económica.

El transformador, combativo y competitivo, demuestra que el éxito en cualquier aspecto de la vida nace de fijarse unos objetivos claros y concretos. Esta energía ayuda a entender que el poder personal es una fuerza interior que todos los seres poseen y que se activa en el instante en el que se define exactamente lo que se desea alcanzar. Si no existiera el ocho, todos seguiríamos preguntándonos cómo es posible transformar en hechos concretos lo que hasta hoy sólo eran proyectos y fantasías. Esta vibración es el ejemplo real que demuestra lo que en mayor o menor medida sabemos… ¡que todo es posible!

En 2011: Viajar es la palabra que definirá este año... Aunque sólo sea para comprobar si ése es el lugar donde poder expresar los talentos transformadores.