Es normal sufrir de acné en la adolescencia. De hecho, cerca del 85 % de las personas entre 12 y 24 años lo padece, según la Academia de Dermatología americana. Pero si el problema persiste, y entras en la edad adulta con los mismos síntomas, eso solo tiene una explicación: tus glándulas sebáceas trabajan más de lo normal. Lo recomendable es acudir a un dermatólogo para tratar cada caso personalmente, porque pueden ser muchos los motivos que lo provoque. Pero a veces algunos gestos diarios (¡error!) son los causantes de estas imperfecciones, sobre todo si eres propensa a tener piel grasa. Introduce estos cuatro hábitos en tu día a día y tu rostro cambiará (para mejor).

Hidrata tu piel por dentro...

Puede que estés harta de escuchar decir que hay que beber mucha agua, pero incluir este hábito a tu rutina diaria es fundamental para tener una piel sana. Mucha gente se piensa que con beber agua durante las comidas y después de entrenar es más que suficiente. Pero la realidad es bien distinta. Si no bebes la suficiente agua tu piel se deshidrata (aunque no lo notes) y aparecen imperfecciones, como los temidos brillos porque las glándulas sebáceas están produciendo más grasa de lo normal. La única forma de estar hidratada – y reducir la producción de grasa en tus glándulas – es beber agua nada más levantarte, y después en pequeños intervalos durante todo el día.

... y también por fuera

Si eres de las que de por sí tienes la piel grasa, vas a necesitar una protección extra para combatir los brillos y las imperfecciones en tu rostro. ¿Qué usar? Un gel matificante. Este tipo de cremas van más allá de hidratar tu piel – absorberá el exceso de humedad, quitando la mayor parte del brillo de tu cara.

Limpia tu rostro dos veces al día

Que no te dé pereza porque una de las mejores formas de controlar las pieles grasas y prevenir la aparición de espinillas es limpiar tu rostro dos veces al día con un limpiador purificante. Eso sí, mira primero los ingredientes de los que está compuesto. Necesitas uno que regule la producción de sebo y que tenga propiedades antibacterianas, como el zinc y la laminaria digitata, un extracto de alga que se encuentra en productos como el limpiador Purefect Skin. Intenta siempre continuar tu rutina de belleza con un tónico para equilibrar el pH de tu piel y darle a tu piel una limpieza más profunda.

Usa una máscara facial una vez por semana

Te llevará un poco más de tiempo (aprovecha los fines de semana para ello) pero es totalmente necesario, y más si vives en una gran ciudad. La contaminación ataca a tu piel y obstruye los poros. Si no eliminas bien esas impurezas, puedes acabar con un cutis apagado lleno de espinillas y puntos negros. Así que una vez por semana, prepara una sesión de belleza casera. Primero exfolia tu rostro para eliminar las células muertas, y después aplícate una máscara facial como la mascarilla de poros Purefect Skin. En menos de 5 minutos podrás salir de tu baño con una piel purificada, más suave y libre de brillos.

Pasa a la acción y dale vida a tu piel con esta rutina diaria anti-brillos.