Como cada año, la primavera se convierte en un periodo de sensaciones encontradas para los alérgicos. Si bien el buen tiempo hace sentirnos más animados y con ganas de salir a la calle, la subida de las temperaturas y la escasez de precipitaciones traen consigo la llegada de alérgenos, enemigos irreconciliables de muchas (y cada vez más) personas en nuestro país.

Los estornudos y picores de nariz son los síntomas más comunes, pero aquellas personas que tienen la piel sensible, también tienden a sufrir urticaria, eczemas y sequedad, algo muy molesto e irritante, sobre todo cuando toca sacar la ropa de entretiempo (faldas, vestidos y camisetas de manga corta).

Por eso te proponemos tres trucos muy útiles para frenar los más que molestos síntomas de la alergia primaveral en la piel. No podemos prometer que los hagan desaparecer, pero sí te aseguramos que te harán la primavera más fácil.

Extra de hidratación

No solo en invierno debemos mimar más nuestra piel. Vale que las bajas temperaturas la resecan y necesita más hidratación. Pero en primavera, la piel también sufre los efectos de los alérgenos que flotan en el aire, sobre todo las personas propensas a las alergias. La mejor manera para suavizar las rojeces, picores y deshidratación es usar productos específicos para pieles sensibles. Debes fijarte bien porque no todas las hidratantes funcionan. El tratamiento para pieles sensibles Life Plankton Sensitive Emulsion, por ejemplo, nutre en profundidad la piel y la protege de las agresiones externas.

Evita las duchas calientes

Aunque ya hace buen tiempo, todavía nos resistimos a las duchas con agua fría que tanto nos alivian en verano. Pero ducharse con agua caliente puede alterar la película hidrolipídica, o lo que es lo mismo, la barrera protectora de la piel, eliminando el aceite natural que hidrata la piel y pronunciando (aún más) la sequedad. ¿La solución? Muy sencilla. Simplemente dúchate con agua tibia. Y a continuación, aplícate una loción corporal, a ser posible que contenga manteca de karité que regenera las células de la piel, como Beurre Corporel.

No te rasques

Sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero si te rascas constantemente lo único que conseguirás es empeorar la epidermis, que ya de por sí está alterada. Intenta encontrar el detonante de tu alergia (aparte de los alérgenos del ambiente). A veces el agua fría, el sol o la falta de humedad en casa pueden acelerar el proceso alérgico. Teniendo esto en cuenta, podrás actuar de la mejor manera para reparar, suavizar y proteger tu piel.