Podríamos enumerar los beneficios que tiene el yoga y (posiblemente) no acabaríamos. Sin embargo, poco conocidos son los inconvenientes que tiene esta disciplina para el cuerpo si no se practica adecuadamente. El más importante (sin duda), las lesiones. Son muchas las personas que deciden practicar yoga en sus casas o en gimnasios sin un acondicionamiento previo. Y es que realizar posiciones complicadas sin cuidado aumenta el riesgo de sufrir lesiones articulares o, incluso, fracturas.

Pero el yoga también puede tener efectos negativos en tu piel. La dureza de los ejercicios, las condiciones ambientales y los materiales utilizados son algunos de los agentes que provocan irritación, espinillas o piel seca durante una sesión de yoga. Protegerse antes de cada clase es esencial para disfrutar de los beneficios de este deporte. Solo debes seguir estos sencillos pasos.

Olvídate de la exfoliación

Dentro de una rutina de belleza completa está la exfoliación. Al menos una vez por semana es recomendable renovar las células de la piel mediante este proceso. Pero ni se te ocurra hacerlo el día que te toca la clase de yoga. La Dra. Lebar, especialista en medicina deportiva, advierte que "exfoliar antes de un entrenamiento puede crear capilares frágiles y afectar a la microcirculación".

Evita las infecciones

A veces nos hacemos pequeñas heridas que, si bien en nuestro día a día no necesitan un cuidado especial, debes protegerlas cuando realizas determinados ejercicios -entre ellos el yoga-. En las clases colectivas, ya sea en gimnasios o en escuelas personalizadas, suelen acumularse bacterias en el ambiente a causa de la sudoración de los participantes (y más si asistes a una clase de bikram yoga a 40 grados), que pueden infectar las heridas, por muy pequeñas que sean. Y las infecciones, además de molestas, pueden provocar lesiones más graves en la piel. Así que la próxima vez que tengas una herida, véndala antes de practicar yoga. Porque como dice el dicho: mejor prevenir que curar.

Limpia tu esterilla

Parece una tontería, si la esterilla no se ensucia. Pero según un estudio de UC Irvine, los gérmenes pueden sobrevivir durante 3 días en superficies duras. Y la esterilla de yoga no es una excepción. Así que desinféctala siempre (incluso si llevas la tuya propia) antes de cada clase.

Lleva ropa cómoda

Se han puesto de moda los leggins que toda yogui quiere llevar. Pero en el yoga, como en cualquier otro deporte, la calidad de la ropa influye en el bienestar de practicarlo. Los roces con ciertas prendas y el sudor provocan irritaciones y erupciones por todo el cuerpo. Por lo que lo mejor es usar ropa hecha con tejidos transpirables para evitar estos síntomas. Un plus para tu confort en las clases de yoga es aplicarte una loción corporal antes de empezar, eso sí, una que hidrate en profundidad tu piel durante todo el entrenamiento, como el tratamiento corporal hidratante y suavizante Skin Fitness.

Despeja tu rostro

¿No te saca de tus casillas empezar la clase de yoga y que en la primera postura ya se te caiga el pelo en la cara? Además de irritarte por dentro también lo haces por fuera. El roce constante del cabello en tu rostro provoca (sin darte cuenta) erupciones, como las espinillas. Y tú sufriendo cada vez que te sale una. Así que siempre que practiques yoga recógete el pelo en una coleta, u otro peinado más trendy, como las trenzas de boxeadora. Y si tienes el pelo corto, convierte a las horquillas en tus mejores aliadas.

Estos consejos te vendrán muy bien para afrontar una clase de yoga sin ninguna preocupación. Y aunque no sudes tanto como en otros deportes, no te olvides de seguir una rutina de belleza después de cada clase para prevenir en profundidad la aparición de erupciones y sequedad de la piel. Usa productos como la emulsión corporal reafirmante Skin Fitness para multiplicar los beneficios del yoga en tu cuerpo.