Tus días de vacaciones terminaron hace siglos y ya han pasado varias semanas desde que te incorporaras a la rutina laboral. Y sí, reconocemos que la vuelta postvacacional nunca es fácil: regresa el frío, volvemos a la ropa abrigada, a los colores oscuros… y a una piel que pierde todo rastro del bronceado que tanto nos costó conseguir en verano (y que tanto nos favorecía). Pero, tranquila, no está todo perdido. Conseguir un tono de piel dorado a estas alturas del año no solo es posible si no que ¡está más de moda que nunca! Tanto si aún conservas algo de tu bronceado veraniego y quieres posponerlo como si tienes la piel de un color blanco reluciente y quieres empezar de cero, presta atención a los siguientes consejos. ¡Toma nota y comienza a lucir un 'moreno de otoño'!
Exfolia tu piel
Corre el rumor de que si te exfolias tu moreno desaparecerá de un plumazo pero nada más lejos de realidad. Este paso es imprescindible si quieres lograr un tono dorado de piel. Con una buena limpieza facial y corporal conseguirás acabar con las impurezas y las células muertas de la capa superficial y mantener de esta forma un cutis liso y perfectamente preparado para el bronceado. Pero, ¡cuidado!, no es conveniente abusar de los exfoliantes, ya que podríamos conseguir el efecto contrario: rojeces e irritación en la piel. Lo más recomendable es una vez a la semana o una vez cada diez días, dependiendo de tu tipo de piel.
Hidrátate sí o sí
Aunque el verano sea la época donde nuestra piel sufre más estragos, no conviene descuidar este 'beauty tip' en ningún momento del año puesto que la hidratación es la base principal para conseguir una piel sana, brillante y rejuvenecida. Así que hazte con un buen arsenal de cosméticos en tu neceser donde la crema principal sea la protagonista y comienza a embadurnarte con productos hidratantes que contengas propiedades after-sun, para evitar que la piel se reseque en exceso. De esta forma, tu moreno durará aún más.
Bebe mucha agua
Si la hidratación por fuera es importante, no lo es menos por dentro. Es casi una obligación beber dos litros de agua al día – lo que se traduce en 5 o 6 vasos- para que nuestra piel esté sana y recupere su brillo natural. De esa toma, conseguiremos que el sol se fije más rápidamente cada vez que salgamos a la calle. Si eres de las que no suele beber demasiada agua, opta por tomar tés u otro tipo de infusiones. ¡Ya no tienes excusa para lucir un bronceado de escándalo!
Vigila tu alimentación
Y he aquí tu gran baza para lograr un tono dorado perfecto. La ingesta de frutas y verduras rojas, anaranjadas y amarillas- alimentos ricos en betacaroteno- ayuda a activar la melanina de la piel. Zanahorias, pimientos rojos, tomates… todos ellos serán, a partir de ahora, un 'must' en tu dieta. ¿Un truco? Tómate estos alimentos en crudo, así conseguirás aumentar su efecto de forma considerable.
Echa mano de autobronceadores
Esta es la opción más recurrida para conseguir un moreno en tiempo récord y lo mejor de todo… ¡es que funciona! Intenta aplicarte los autobronceadores una hora antes de salir de casa para que se sequen bien y el tono quede lo más uniforme y natural posible. Además, si quieres evitar el antiestético 'efecto máscara', no te olvides de echarte el autobronceador en las piernas, los brazos y el escote, además de en la cara. Y, aunque te aseguramos que los resultados son sorprendentes, ten mucho cuidado ya que se trata de conseguir un tono dorado y no de acabar con la piel repleta de manchas. Si eres excesivamente blanca, mejor utiliza un producto autobronceador gradual y adaptado al color de tu piel.
No te olvides del maquillaje
¡Cómo no! El maquillaje no podía faltar en esta lista de consejos. Y es que los cosméticos nos ayudarán y mucho en nuestra intensa búsqueda por conseguir ese bronceado ideal en esta época del año. Al igual que ocurre con los autobronceadores, muchas veces caemos en el error de utilizar una base dos o tres tonos por encima del de nuestra piel, consiguiendo un acabado excesivamente artificial. Prueba siempre a utilizar tonos pastel y sombras de ojos de color neutro. ¡Alucinarás con el resultado!
