Primero el agua micelar, luego el tónico, después la crema... Te sabes tu rutina de belleza de memoria, llevas a cabo todos los pasos sin saltarte ninguno (salvo alguna vez) e incluso das consejos a tus amigas para que hagan una rutina 'beauty' perfecta. Sin embargo, tu piel luce deshidratada, seca y con algún que otro granito. ¡Horror! ¿Qué puede estar pasando? Muy sencillo. Puede que una de las causas de que tu piel tenga un tono gris y opaco sea, precisamente, un error en tu rutina de belleza, de esos que se 'escapan' y que al final son determinantes para conseguir un rostro de cine. ¿Quieres saber qué haces mal? ¡Sigue leyendo!

Limpieza facial solo una vez al día

Error número uno. ¿Crees que con limpiar tu cara una vez al día es suficiente? ¡No! Estamos concienciadas de que la limpieza diurna es importante ya que, gracias a ella, conseguimos eliminar el exceso de grasa acumulado durante la noche y preparamos la piel de cara a los agentes externos como el maquillaje, el frío o la contaminación. Pero, ¿qué ocurre con la limpieza nocturna? Bien por cansancio o bien por olvido, el caso es que solemos siempre dejarla en un segundo plano, pero no es lo más recomendable. La limpieza facial antes de dormir también es fundamental porque conseguimos retirar todos los excesos de maquillaje y polución que se acumulan durante el día. Además, la piel se regenera durante la noche por lo que aplicarse nuestros productos antes de irnos a la cama adquiere un plus especial.

Te olvidas del exfoliante

Es uno de los productos imprescindibles en nuestra bolsa de aseo pero, curiosamente, también es uno de los que siempre solemos dejar en un segundo plano. Siempre acabamos echando mano del limpiador, el tónico facial y la crema hidratante y nos olvidamos del exfoliante. Y esto, querida amiga, no basta para mantener a raya a la flacidez y a las arrugas en el contorno de ojos.

Cambias tus productos muy a menudo

A medida que descubrimos nuevas tendencias y cuidados de belleza muchas veces vamos dejando de lado nuestros productos o cosméticos habituales. ¿Cuántas veces hemos sustituido nuestra crema hidratante por otra que nos han recomendado? ¿Y el desmaquillante? Pues bien, esta es otra de las cosas que debemos dejar de hacer si no queremos echarnos diez años más encima antes de la cuenta. Si te aplicas un gel limpiador cada semana probablemente nunca veas los efectos, para los que hay que esperar entre cuatro y seis semanas según los expertos. Lo mejor es que tu piel se adapte a los ingredientes y cambiar de productos solo cuando no te sienten bien.

Antes de cambiar tu crema, debes esperar al menos unos cuatro meses. De lo contrario, no conseguirás ver sus efectos en tu piel

Usas demasiados cosméticos a la vez

Si piensas que por utilizar una mayor cantidad de productos obtendrás mejores resultados, sentimos decirte que estás muy equivocada. Si usas un tónico para limpiar la piel, ya no uses jabón o sérum, ya que solo conseguirás irritar tu rostro, agravar ciertas imperfecciones como el acné y fomentar la aparición de otras. No olvides que menos es más y que con algunos básicos imprescindibles, como el gel limpiador, el tónico, la crema hidratante y el exfoliante, será suficiente para mantener tu piel sana y luminosa.