Nos encanta tener una cara limpia, luminosa y sin rastro de imperfecciones pero, ¡ay!, nos llevamos las manos a la cabeza cuando aparecen los temidos brillos en la zona T. En ese momento ya das por perdido todo el esfuerzo que has puesto para salir perfecta a la calle. Esta es una de las principales preocupaciones estéticas de todas aquellas que sufren de piel grasa. Si este es tu caso, no desesperes. Os traemos unos trucos que si bien no van a conseguir parar el proceso de producción de sebo, sí pueden controlarlo. ¡Apunta!

Limpieza bien profunda

Este paso es vital para evitar que el sebo se acumule y tapone los poros. Lo ideal es que te realices la limpieza facial dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. No conviene sobrepasar esa cantidad puesto que corres el riesgo de afectar al manto de la piel y deshidratarla y tampoco es beneficioso hacerla menos veces de lo recomendado puesto que los poros pueden obstruirse.

Hidrata tu cutis

Existe una falsa creencia popular que asegura que las pieles grasas no necesitan hidratarse debido al exceso de sebo. Pero nada más lejos de la realidad. Al igual que ocurre con el resto de tipos de pieles, como la sensible o la mixta, la hidratación es un 'must' que sirve para aportar al rostro los nutrientes que necesita. Gracias a la crema hidratante potencias el mantenimiento de la humedad natural de la piel, mejoras su oxigenación y la fortaleces ante los agentes externos. Eso sí, intenta utilizar aquellas cremas libres de aceites puesto que saturan la piel. En su lugar, apuesta por las fluidas para equilibrar la secreción de grasa.

Apuesta por las mascarillas

No podemos descuidar nuestra rutina de belleza diaria, ni siquiera en pleno invierno y con temperaturas gélidas. Como te hemos adelantado, limpiar las impurezas del rostro diariamente es esencial pero no es lo único que necesitas para ponerle freno a los brillos. Igual de importante es aplicarse una mascarilla facial dos veces por semana para limpiar en profundidad el exceso de sebo, eliminar los restos de maquillaje y acabar con las células muertas.

¿Y por la noche?

Ya sabéis que cuidar la piel de noche es tan importante ( o más) que durante el día. Y es que, mientras dormimos, nuestra dermis se regenera y los productos que nos aplicamos justo antes de irnos a la cama multiplican sus efectos y aumentan sus beneficios. Especialmente relevante es este punto para todas aquellas que sufren de piel grasa, ya que ésta es más propensa a la flacidez y a la aparición de puntos negros y demás imperfecciones.

El sérum, aplicado una o dos veces por semana antes de tu crema de noche habitual, será tu mejor aliado en esta batalla. Además, puedes aprovechar que la piel grasa es más resistente al resto para llevar a cabo liftings faciales en casa y, de esta forma, prevenir las arrugas y eliminar las imperfecciones.