En el primer día de este programa aprendimos a diferenciar entre pieles sensibles, pieles propensas a las alergias y pieles reactivas. Todas ellas tienen una cosa en común: necesitan de unos cuidados muy específicos. A diferencia de las personas con pieles normales, las que tienen pieles sensibles (o sensibilizadas) han de tener mucho cuidado con los productos que utilizan para el rostro y el cuerpo si quieren evitar enrojecimientos, reacciones o erupciones. Por eso, os damos algunos consejos para tener una piel perfecta.

Qué productos utilizar y cuáles evitar

La Dra. Lebar recomienda evitar los aceites esenciales, los perfumes, el alcohol, los productos anti-acné (que pueden contener ingredientes abrasivos), los exfoliantes abrasivos y los limpiadores espumosos. En su lugar, utiliza productos hipoalergénicos y aquellos especialmente indicados para pieles sensibles, como Life Plancton Sensitive Emulsion™ de Biotherm. Para limpiarte la cara también es una buena idea utilizar agua micelar por la mañana y por la noche: "El agua de casa puede provocar irritación o quemazón y puede hacer que tu piel se enrojezca" explica la Dra. Lebar. Sin embargo, puedes usar agua del grifo y un limpiador no espumoso si, a continuación, te aplicas un tónico (como harías después de entrenar) para eliminar cualquier residuo y reequilibrar el pH de tu piel.

Cuantos menos productos utilices mejor

Cuando se tiene la piel sensible hay que evitar en lo posible cambiar de productos para el cuidado de la piel con demasiada frecuencia. Una vez que encuentres uno que te funcione, lo mejor es seguir utilizándolo de manera habitual. Si quieres utilizar un producto nuevo, empieza a hacerlo poco a poco y pruébalo primero en una pequeña zona de tu piel.

Mañana hablaremos de los beneficios de los masajes para la piel sensible. Y no nos referimos a cualquier masaje…