Es muy importante tomar ciertas precauciones para proteger tu piel mientras entrenas, independientemente del lugar donde lo hagas. El frío y el calor intensos son enemigos declarados de las pieles sensibles, así como las calefacciones y los aires acondicionados de las casas. Pero eso no tiene por qué ser un obstáculo para hacer ejercicio, sólo tienes que seguir nuestros consejos y podrás entrenar donde quieras.

Cómo influye el entorno en tu piel

"La deshidratación puede aparecer tanto en interiores como en exteriores, aumentando el riesgo de las infecciones y del envejecimiento prematuro de la piel", comenta la Dra. Lebar. "Sin embargo, es importante tener en cuenta que si se hace ejercicio en la calle durante el invierno, las personas con piel rosácea, piel sensible o reactiva tendrán que tener más cuidado. El sol te hace sudar más, por lo que te deshidratarás a un ritmo más rápido, mientras que las temperaturas frías pueden debilitar los capilares". También señala que la contaminación y los cambios bruscos de temperatura pueden ser un detonante para que aparezcan problemas en la piel, haciendo que sientas mucho calor en la cara y una incómoda sensación de hormigueo.

Pasos esenciales para proteger tu piel

Para proteger tu piel de las quemaduras provocadas por el viento si entrenas al aire libre, de los efectos del cloro si nadas, de la calefacción de los gimnasios, etc., la Dra. Lebar recomienda aplicarse una crema facial específica para pieles sensibles, tanto antes como después del ejercicio, sin olvidarnos de un protector solar incluso en invierno. Para mantenerte bien hidratada es muy importante que evites bebidas diuréticas como el té y el café y que bebas siempre después de entrenar: "Es imprescindible compensar la pérdida de agua y de antioxidantes que se produce durante un entrenamiento. De lo contrario, empezarás a experimentar fatiga, estrés y tu sistema inmunológico se debilitará". ¡Lo peor para las pieles sensibles!

La mejor forma de reequilibrar el cuerpo es bebiendo agua con gas (contiene vitaminas y minerales) y comiendo frutas, verduras y ácidos grasos esenciales como los que aportan el aguacate, las nueces, el aceite de oliva y el aceite de pescado. Un estudio ha demostrado que tomar aceite de pescado después de entrenar podría ser beneficioso para reducir el estrés oxidativo.

¿Alguna vez te has preguntado por qué te pones roja después de hacer ejercicio? El próximo día te daremos la respuesta.